"(...) leo que la Urbana de Lérida acaba de multar con tres mil euros a un restaurante por permanecer abierto pasadas las 23:00 horas —las 23:40, concretamente—, una propuesta de sanción que sin duda prosperará, ya que un hipotético recurso de alzada iría a parar al jefe de la Urbana, que es Miquel Pueyo, a la sazón alcalde también, que puede acreditar fehacientemente el incumplimiento denunciado, dado que él en persona estaba cenando en el local, sobrepasando el límite horario. A ver quién tumba esa acta (y a ver quién tiene huevos de echar al alcalde de un restaurante).
“Es innegable que todos —y yo el primero— debemos responsabilizarnos de nuestros actos", ha dicho Pueyo, pasando por alto el pequeño detalle de que la multa va al establecimiento. Las responsabilidades con pasta pican más. Tal vez esta sea la nueva herramienta de la que querían dotarse para “cerrar los bares”: enviar a cargos políticos a cenar poco antes del límite horario y freírlos luego a sanciones mientras se marca el chuletón (no Sàmper).
Me parece a mí que hoy en día la de hostelero es una profesión complicada, sólo superada en riesgo por la de ser hostelero leridano.
Con todos mis respetos, la multa, que NO la pague Rita." (Rafael Elías, e-notícies, 13/05/21)
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