19/5/21

En este mundo al revés que es a menudo España, Pedro Sánchez pretende soltar a los héroes del 1 de octubre para ver si se calman un poco las cosas en la Cataluña independentista... pues éstos van y se ofenden, y además dicen que los humillan... Intenten explicarles que Sánchez no quiere humillarlos, sino soltarlos para quitárselos de encima...

 "(...) En este mundo al revés que es a menudo la España contemporánea nos encontramos con una situación peculiar (una más): Pedro Sánchez pretende soltar a los héroes del 1 de octubre para ver si se calman un poco las cosas en la Cataluña independentista (¡vana pretensión!) y para tratar de que los de Rufián no le retiren el apoyo a su precario gobierno (...)

Personalmente, creo que el indulto está de más con nuestros iluminados favoritos, pues es evidente que el proceso de redención que debería acompañar a la experiencia carcelaria no está funcionando muy bien en el caso que nos ocupa, donde nadie se arrepiente de nada, todos amenazan con volver a la carga en cuanto puedan y no ven la hora de irse a gimotear en instancias europeas, donde, según ellos, se les hará justicia de la buena y no lo que reciben en España (que se armen de paciencia, ya que el proceso europeo puede alargarse más de dos años…Años que, si persisten en su actitud, lo van a pasar en el penal de Lledoners).

Ante la petición de la justicia española de que digan algo con respecto a ese indulto que no han solicitado, la respuesta de Rull, Turull, Tururull y compañía ha consistido en no decir ni mú y hacerse los ofendidos

El único que ha abierto la boca es el iluminado en jefe, Jordi Cuixart (el beato Junqueras se ha familiarizado con el pragmatismo entre rejas y tiene claro, aunque no se atreva a decirlo, que la independencia de Cataluña no se prevé inminente), que es el aspirante al martirologio más conspicuo de la pandilla: ni en veinte años de encierro conseguiría plantearse la cuestión de que tal vez no se portó bien con sus conciudadanos; por eso ha hecho saber a la justicia española que se siente humillado y ofendido (gran especialidad de los true believers del prusés) ante la posibilidad de que lo indulten y que se niega a ser humillado de esa manera.

 Intentar explicarle que la intención del gobierno Sánchez no es humillarlo, sino soltarlo y quitárselo de encima constituiría una lamentable pérdida de tiempo. Bastantes concesiones conceptuales hace ya la autoridad, distinguiendo a los presos del prusés de los presos comunes, pues somos muchos los que no encontramos especiales diferencias entre unos y otros. De hecho, uno encuentra digna de encomio la actitud humilde y fatalista del preso común comparada con la soberbia y el solipsismo que caracterizan a nuestros supuestos padres de la patria. (...)"                    (Rafael de España, Crónica Global, 13/05/21)

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