"Cuando hace cinco años a Charly Clive (Oxford, 25 años) le
diagnosticaron un tumor cerebral, todo cambió en su vida. Pero esta no
es una historia de dolor. La aparición de ese bulto del tamaño de una
pelota de golf fue el inicio de una carrera en la comedia.
Tras el
diagnóstico, Clive, que estaba terminando sus estudios de interpretación
en Nueva York, regresó a casa de sus padres en Inglaterra. Con ellos se
mudó también su mejor amiga, Ellen Robertson, quien tuvo una idea:
escribir sketches de humor sobre la situación por la que estaban pasando. Bautizaron al tumor como Britney y le dieron vida en una obra
que escribieron e interpretan juntas y estrenaron en el Festival Fringe
de Edimburgo. Fue un éxito.
“Ahora, cuando miro atrás, la mayoría de
los recuerdos traumáticos de esos días han sido reemplazados por
momentos divertidos”, cuenta Clive por teléfono. Tras operaciones y
radioterapia, ya está completamente recuperada.
La
historia no acaba ahí. Hace un par de años, cuando Drama Republic, una
productora británica, buscaba a la protagonista de su proyecto de serie
para Channel 4, Pure, se encontraron en Internet un vídeo de
aquella obra.
Y así fue como una actriz sin experiencia previa en
televisión y sin representante se convirtió en Marnie, la joven con un
trastorno obsesivo-compulsivo que protagoniza esta comedia dramática
(disponible en Filmin). “Diría que mi tumor me ayudó a la hora de
interpretar el personaje. Entendía lo que se siente cuando tienes algo
que te asusta en tu cerebro. Hace que Marnie y yo tengamos un vínculo
secreto”, dice la actriz.
Pure está basada en el libro homónimo de Rose Cartwright,
en el que cuenta su vida con un TOC que, entre otras manifestaciones,
le bombardea con imágenes intrusivas de carácter sexual. Lo que puede
sonar como algo divertido resulta en realidad agobiante y estresante
para quien lo sufre. En la serie, Marnie decide abandonar su pueblo y su
familia para tratar de encontrarse a sí misma en Londres y poner nombre
a lo que le sucede. Cartwright, coguionista de la serie, y Clive
trabajaron juntas el personaje.
“Una de las cosas que me dijo es que,
cuando tienes un TOC, es importante que te recuerdes a ti mismo que esos
no son tus pensamientos, no son una representación de lo que eres como
persona. Yo tenía que encontrar una separación entre aquellos aspectos
contra los que está luchando Marnie en su vida en general y aquello
contra lo que lucha por el TOC”, dice la actriz.
Hasta que se cruzó con Pure,
Clive, como muchas otras personas, solo relacionaba el TOC con cosas
como lavarse compulsivamente las manos o la obsesión por el orden. El
retrato que tanto la serie como el libro hacen de este trastorno mental
ha sido aplaudido por quienes lo sufren. “Algunas personas me han dicho
que no habían sabido cómo contar a su familia y amigos lo que sentían, y
que enseñándoles la serie pudieron expresar sus sentimientos. Tuvimos
mucho cuidado en que el reflejo del TOC fuera lo más auténtico posible,
no queríamos tratarlo de forma ofensiva o hacer bromas a su costa,
queríamos que fuera informativo y real”.
Para ello el sexo tenía que estar presente. Y lo hace desde
los primeros minutos, cuando en plena celebración familiar, Marnie
visualiza una agobiante orgía en la que participan todos los presentes.
“Cuando leí el guion no podía creer que fuéramos a hacer esas cosas.
Pero luego en el set en realidad es como una coreografía. No hay mucho
espacio para la improvisación, lo que es un alivio. Sin haber hecho
nunca tele, tener tantas escenas de sexo me daba pánico.
Afortunadamente, tras un par de tomas, ya parecía una cosa más”.
Tanto su espectáculo Britney como Pure coinciden
en hacer frente a asuntos muy serios desde una perspectiva humorística.
“Un profesor me dijo que la buena comedia es solo tragedia con un
chiste. El grueso de una comedia surge de contar una historia que no era
graciosa inicialmente pero convirtiéndola en algo divertido. Creo que
es un mecanismo para lidiar con ello”, dice la actriz.
“Para algunas
personas, entre las que me encuentro, es necesario convertir las cosas
serias en cómicas, siempre que sea apropiado, para que sea más fácil
digerirlas. Las convierte en algo de lo que poder hablar sin sentirte
demasiado vulnerable. El alivio que se siente cuando haces un chiste, o
te lo cuentan, sobre algo serio, la tensión que se libera es muy
poderosa y curativa”, añade.
De madre mexicana y padre
inglés, Charly Clive destaca la posición desde la que los ingleses
afrontan hechos trascendentales en sus vidas. “Mis padres tienen formas
muy diferentes de manejar situaciones estresantes.
El lado británico de
mi familia tiende a reírse desde el principio, mientras que en la parte
mexicana, empiezan más serios y luego aparecen las bromas, aunque las
dos son culturas muy divertidas y muy sociables. Yo he sido criada en un
entorno muy inglés, y en mi familia la comedia es la forma de afrontar
la mayoría de los temas importantes. Quizá es una reacción nerviosa,
como si pudiendo hacer que alguien se ría de eso, el asunto fuera más
sencillo”, reflexiona.
Ahora, Clive, que se identifica
más como guionista que como actriz, está aprovechando la cuarentena para
escribir una película y convertir en serie el espectáculo Britney.
Así que quizá, en breve, un tumor cerebral sea el protagonista de una
serie y los límites del humor en la televisión saltarán de nuevo por los
aires." (Natalia Marcos, El País, 18/05/20)
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