“Queda usted
despedido” es ya la nueva y contradictoria frase de “bienvenida” más
utilizada por los responsables de Recursos Humanos de muchas empresas
durante la entrevista de trabajo con sus nuevos empleados.
Desde la pasada semana, despedir a un
trabajador que ni siquiera ha comenzado su primer día en la empresa es
la nueva modalidad contractual que está triunfando entre los patronos de
todos los sectores industriales del país.
El “burling”, como se conoce a
este tipo de relación laboral con los empleados, está perfectamente
contemplado en la última reforma llevada a cabo por el Gobierno y
permite despedir a un trabajador sin necesidad de que empiece a
trabajar. “Es más una modalidad deportiva que una relación laboral en
sí”, confiesa el presidente de la CEOE, Juan Rosell.
Por su parte, la ministra de Trabajo,
Fátima Báñez, aclara que el burling no es, como se asegura desde los
sindicatos, una macabra burla al trabajador sino “una simple broma de
empresarios, sin ninguna maldad”.
Debido a sus especiales características,
el burling no proporciona absolutamente ninguna prestación por
desempleo, todo lo contrario, pues el trabajador tiene que abonar unos
gastos derivados del tiempo utilizado por la empresa para su entrevista.
“Yo llevo siempre cincuenta pavos en el bolsillo cuando me llaman de
algún sitio, por si acaso”, afirma un parado de larga duración afectado
ya por el burling en catorce ocasiones y en solo dos días.
Los sindicatos, indignados, han pedido a
la defensora del Pueblo que los gastos del burling corran siempre a
cargo de la empresa. “Por el amor de Dios”, han exclamado al unísono
Cándido Méndez y Fernandez Toxo." (Rokambol news, 22/08/2013)
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