"Que dice Torra que se acabó eso de servir canapés en actos oficiales. Por lo de la huelga de hambre de los cuatro presos separatistas. (...)
Lo que no podemos por menos que denunciar es el acoso al canapé por
parte de Torra y su panda. Es tradición entre la canallesca surtirse de croquetas – la gran e injustamente olvidada por el President en su alegato – y canapés en
actos tan oficiales como plúmbeos, en ruedas de prensa donde está todo
el pescado vendido, en conferencias insoportables hasta para el
conferenciante.
Si no fuese por esos auxiliares del periodismo, por esos
gloriosos hors d’oeuvre, ¿quién haría periodismo político en
Cataluña? ¿Qué jefe de redacción tendrá ahora el coraje de enviar a sus
subordinados a Palau, sabiendo que no encontrará las acostumbradas
mantenencias gastronómicas? (...)
Ahora bien, ¿ha pensado Torra lo que puede suceder a raíz de su medida draconiana?
Porque de prohibir bebidas nada dice, así que imaginen ustedes a la
canallesca hasta las cachas de Jerez – o Ratafía, poniéndonos en lo peor
– y sin nada sólido que amortigüe los efluvios alcohólicos.
Mucho peor,
suponga el President que, a partir de ahora, VOX decide convocar a la
prensa en tierras Catalanas prometiendo que no tan solo habrá la
tradicional copa de vino español, sino un abundante surtido de tapas:
tortilla de patatas, morcilla de Burgos, chorizos de Cantimpalos, jamón
de Jabugo, de Trévelez, de Montánchez, de Salamanca, de donde sea, que
siempre será bienvenido, y ya no digamos mi admirado y jamás
suficientemente ponderado queso manchego, seco, impecable espuela para
un aperitivo como Dios manda.
Urge, pues, rectificar el tiro y
volver a ofrecer canapés, croquetas, buñuelos, tortillas, aceitunas y,
si conviene, que sí que conviene, suculentas tapas de callos,
michirones, ensaladilla rusa y ya no digamos mejillones, almejas,
anchoas, boquerones, percebes y alguna ostra, que nunca vendrá mal. A
usted que gusta tanto de las salchichas del país, Molt Honorable,
no puede resultarle ajena esta súplica.
Así conseguiría una afluencia
más que notable a sus convocatorias, porque sabido es el antiguo refrán
“A comer salchichas, a vernos vinera Dios”. O el otro, “Más prefiero una
salchicha que cie palabras bien dichas”. Pues eso. Bon profit!" (Miquel Giménez, Vox Populi, 05/12/18)
No hay comentarios:
Publicar un comentario