"Javier Lasso de La Vega sigue sin entender por qué el 2
de febrero se personó en su casa un grupo de agentes de policía,
trabajadores de la Empresa Municipal de la Vivienda (EMVS) y una
comisión judicial para desahuciarle del piso de protección oficial en el
que lleva 23 años viviendo.
Asegura que previamente
no había recibido ninguna notificación advirtiéndole de que tenía un
proceso judicial abierto o una fecha de lanzamiento. Dice estar al
corriente de pago y muestra un contrato de alquiler que su madre firmó
en 1996 con la EMVS en el que se lee "por tiempo indefinido".
Sin
embargo, la EMVS se justifica esta decisión al señalar que Javier se
negó a firmar un nuevo contrato al "extinguirse el que tenía". Hechos
que ratifican sus vecinos, que fueron los que consiguieron frenar el
desahucio mediando con la comitiva judicial.
"Cuando llegan los policías les explico que tiene que
haber un error. Javier se empieza a poner nervioso en el momento en el
que le dicen que está declarado en rebeldía.
Entonces hacen un amago
para intentar reducirle y les advierto de que tiene una discapacidad
psíquica", cuenta Loli Ramírez, vecina de Javier. Ambos viven de
alquiler en el centro de Madrid, en el número 24 de la calle Madera, en
unos inmuebles de carácter social que les fueron adjudicados al ser
realojados por problemas estructurales en sus viviendas.
Javier tiene 56 años y sufre una minusvalía psíquica valorada en un
65%. Vive solo desde que su madre falleció. "Tiene su pensión. Entra y
sale, hace su vida y está integrado en la comunidad", añade Loli.
"Cuando el procurador vio los papeles de mi discapacidad se echó para
atrás. Comentó que en este proceso hay algo raro", recuerda Javier, que
asegura que esa era la primera vez que algún empleado de la EMVS se
ponía en contacto con él.
Al final, la insistencia de
sus vecinos consiguió paralizar el desahucio y quedó aplazado al 25 de
febrero. Antes de esa fecha, su abogada consiguió que se anulase el
proceso judicial iniciado por la EMVS al demostrar que los avisos no se
notificaron en el domicilio de su cliente. Hasta en seis ocasiones
intentaron comunicárselo pero, según explica la letrada, "ninguno de los
días llamaron a la puerta de mi demandante".
Un error que le resulta
chocante, ya que no entiende cómo el Ayuntamiento de Madrid no pone
atención al comunicar correctamente un desahucio. Aunque "no se confunde
en ningún momento", añade, al mandar correctamente otro tipo de
documentación más irrelevante al buzón de Javier.
"Si
ese lunes no llegamos a estar en casa o si Javier está haciendo un
recado, al volver se encuentra con la puerta tapiada", lamenta José Luis
Bejarano, el primer vecino que vio a la comitiva entrar en el portal.
Ni Javier ni sus vecinos entienden qué ha alegado la EMVS para
desahuciarle. "Todo lo que nos decían era que está declarado en
rebeldía. Por lo visto, se llegó a producir un juicio al que Javier no
se presentó porque nadie le informó", señala Loli. (...)" (Laura Galaup
, eldiario.es, 08/03/2015)
No hay comentarios:
Publicar un comentario