"La del caso Gürtel podría ser la primera
vista oral sobre esquís que se celebre en el mundo si finalmente
prospera la petición conjunta y colegiada de los cuarenta imputados para
que se les interrogue mientras bajan a 87 Km/hora por una de las
treinta y siete pistas rojas de la estación invernal de Baqueria Beret.
Según todos los juristas consultados, el hecho de que se trate de
sinvergüenzas con alto nivel de esquí complicaría enormemente el
proceso, sobre todo a la hora de plantear las preguntas a los acusados.
Al parecer, el ruido hipnótico de los
esquís deslizándose elegantemente por la nieve, y el frío intenso,
pueden llegar a pervertir el verdadero sentido de las conversaciones y
provocar que los magistrados escuchen respuestas tales como “no lo
recuerdo” cuando en realidad el imputado está diciendo “tócame los
huevos” o “a ver si me pillas, bobo”.
Incluso el propio juez Ruz duda de que
pueda esquiar en paralelo con el imputado, el fiscal y la defensa al
mismo tiempo y a ochenta y siete kilómetros por hora. “Eso es la
hostia”, ha señalado.
Las negociaciones se centran ahora en la
posibilidad de celebrar los turnos de los interrogatorios más complejos
en el interior de las telecabinas de los remontes pero las reducidas
dimensiones del habitáculo apenas permitirían formular preguntas con más
de dos verbos.
La posibilidad de que el proceso se
desarrolle una vez que se ponga el sol y cierren las pistas a media
tarde ha sido desestimada al unísono por los cuarenta imputados, pues
“lo último que te apetecería en este mundo es ponerte a responder a un
juez después de ducharte, ponerte las botas de après-ski y administrarte
un bourbon”, según palabras de uno de ellos.
Por otra parte, ninguno de los cuarenta imputados ha confesado conocer la existencia de un tal “Alí-Babá”. (Rokambol news, 09/03/2015)
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