"Prefiero un negro que hable euskera a un blanco que no lo sepa", dijo
Xabier Arzalluz en 1994. Ese fue el año de nacimiento de Iñaki Williams,
un vasco de pura cepa liberania, altético mozo natural de Bilbao que
ayer le metió un gol al Torino en Turín.
Regio Iñaki, "oso ondo" (muy
bien) Williams. Portada de El Correo, poca broma. Iñaki es puro tizón, de ahí que hasta en el Abcrecogan
el guante de su hito en una pieza sin firma: "Iñaki Williams (15 de
junio de 1994) hizo ayer historia en el Estadio Olímpico de Turín. Con
20 años y en su debut europeo, se convirtió en el primer jugador negro
en marcar un gol con el Athletic.
El gol llegó en el minuto 8 del
partido de ida de los dieciseisavos de la Europa League que disputaron
los bilbaínos contra el Torino. El delantero remató en el área pequeña
un pase de Viguera para adelantar a su equipo en el marcador. El Torino
remontó con dos goles de Maxi López y llegó al descanso con ventaja
(2-1). Pero en el minuto 72 Gurpegi igualó el duelo".
El negro de Arzalluz es una profecía en carne y músculos, un
auténtico león con el instinto depredador de un dingo, un fenómeno de
futbolista que ha llevado el apogeo de la negritud un paso más allá que
Obama.
Iñaki es de Bilbao aunque hubiera sido alumbrado en Freetwon
porque ya se sabe que los de Bilbao nacen donde les da la gana y
mayormente en Logroño. La novedad que condiciona el gol de Turín es la
feliz coincidencia entre el Athlétic de Bilbao y un negro.
Para jugar en el equipo rojiblanco se han de cumplir unos requisitos
tan peculiares que la hazaña de Williams le sitúa a la altura de los
grandes héroes deportivos negros, de Jesse Owens (dominador absoluto de
los Juegos de Berlín de 1936) a Cassius Clay.
El Athlétic es una rareza
que Luis María Anson celebra como el único equipo en el que juegan once
españoles. Once más los reservas que deben ser nacidos en el País Vasco o
con al menos un progenitor vasco. Iñaki cumple el primer requisito y
debe jugar al fútbol mejor que Zarra para haber llegado tan lejos en el
Bilbao.
Sabino Arana se remueve en su tumba. En sus tiempos, los negros eran
de Bañolas (Gerona) a pesar de la masiva inseminación vizcaína por
América, llena de Goicoecheas, Arrizabalagas y Echeverrías más tirando a
guaranís que a zarautztarras. Que en pleno siglo XXI sea noticia que
Iñaki haya metido un gol con el Athlétic tiene tela.
En la película
"Airbag" salía un lehendakari negro en el colofón lisérgico de la
no-boda del final. A ver si triunfa el chaval y en San Mamés se dejan de
paridas tales como mirarles el dni y el adn a peloteros, pelotaris y
aizkolaris. No lo parece, pero estamos ya en la segunda década del siglo
XXI. ¿O qué? (...)" (Pablo Planas, Crónica Global, Viernes, 20 de febrero de 2015)
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