"Eran tiempos duros los de la Prehistoria, pero también de excitantes
novedades. Muchas, a tenor de lo que relata el escritor y periodista Martí Gironell en su nueva novela El primer héroe
(Ediciones B).
Y es que a lo largo de las páginas, y de las peripecias
del protagonista, el ingenioso Ynatsé, se descubre que nuestros
antecesores del Neolítico conocían —además de la música, la pintura, la
escultura, la escritura, el Más Allá y el amor— la anestesia, la
construcción naval, el camuflaje, la equitación, la momificación, las
bebidas energizantes, los cigarrillos, la penicilina, el sexo oral, una
sustancia precursora de la Viagra y hasta el cepillo de dientes. Pues
vaya con la Prehistoria. (...)
Además del corajudo protagonista aparecen otros personajes que son típicos de la novela prehistórica desde J. H. Rosny (En busca del fuego)
a Auel: el chamán adelantado a su tiempo, la mujer innovadora y rebelde
que lucha por mejorar su condición, el jefe sujeto a las costumbres… (...)
Entre las cosas que sorprenden en la novela está que el chamán descubra
la interpretación de los sueños con bastante adelanto a Freud o que el
protagonista manifieste tendencias agnósticas. (...)
Que el novelista reivindique la modernidad de los neolíticos no quiere
decir que no haya en el relato actitudes que hoy parezcan superadas
—como que las mujeres manifiesten su interés olfateando el sexo a los
hombres— (...)
El sexo prehistórico presenta en la novela una gran variedad. Los personajes practican la felación, el cunnilingus,
el sexo anal y la masturbación, y el protagonista se ejercita con un
cuenco de arena en la retención de la eyaculación de una manera que
sugiere una avanzadilla del sexo tántrico en el Neolítico.
“El sexo
humano se sofistica con la observación de la naturaleza”, coinciden
ambos. Como en todo lo demás, como en la tecnología, se va aprendiendo.
“Hay mucho empirismo”. Carbonell señala que “la felación es
prehistórica”, mientras que Gironell pregunta maliciosamente si las
dudas sobre el rico repertorio sexual prehistórico no obedecerán a
prejuicios: “Siempre creemos que somos mejores”. (El País, 28/04/2014)
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