"La Sociedad Española de Neuropsiquiatría
ha alertado al ministerio de Sanidad para que tome medidas ante una
nueva patología que, a pesar de su origen estrictamente cerebral, está
demostrando una capacidad de contagio verdaderamente singular y
preocupante entre los cónyuges de destacados personajes de la política e
incluso de la realeza.
Al parecer, la mayoría de estas esposas
de corruptos han pasado a ser idiotas de la noche a la mañana, sin
mostrar síntomas previos de estupidez o haber sufrido estados de inopia
anteriormente.
En todos los casos estudiados, la esposa del corrupto
adquiere el síndrome a los pocos minutos de producirse la imputación de
su esposo por asuntos de malversación, estafa, prevaricación y cohecho,
además de otros catorce delitos de corrupción.
Se cree que el foco original de
propagación de esta patología podría estar relacionado con el conocido
“incidente del garaje”, en el que la ministra de Sanidad, Ana Mato,
quedó terriblemente sorprendida al descubrir que el automóvil Jaguar que
dormía habitualmente en el garaje de su vivienda no pertenecía al ratón
Pérez sino a su propio marido.
Pocos meses después, la misma ministra
llegó a pensar que los diez mil kilos de confeti que se vertieron sobre
el cumpleaños de su hijo cayeron directamente del cielo, sin pasar ni
siquiera por la tienda.
Las afirmaciones de la infanta Cristina,
en el sentido de que el dinero para comprar el palacete de Pedralbes
había salido de “debajo de unas piedras muy bonitas”, ha hecho pensar a
los médicos que el síndrome de la esposa idiota podría estar agravándose
espectacularmente.
El síndrome de la alcaldesa idiota y el
presidente autonómico idiota podrían equipararse también a esta dolencia
en cuanto Rita Barberá y Francisco Camps sean imputados por el caso
Nóos." (Rokambol news, 01/06/2013)
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