"La Santa Sede se pone dura. Con el fin de combatir la “relajación
progresiva de las costumbres en plena crisis de valores”, el portavoz
del Vaticano, Federico Lombardi, ha anunciado un “endurecimiento de las
medidas punitivas” que obligará a los fieles a ser más exigentes con
ellos mismos.
A partir de ahora, los sacerdotes podrán castigar con sexo
anal a quienes confiesen pecados graves o muy graves. De este modo,
prosigue Lombardi, “si no se arrepienten por el pecado mismo, se
arrepentirán por sus consecuencias”.
“Ya era hora de que se nos permitiera emplear todas las herramientas
que tenemos a mano, por duras que parezcan, con el fin de corregir
conductas impías en las que se reincide una y otra vez.
Cuando el fiel
no quiere escuchar la palabra del Señor, son las embestidas de la vida
las que le ponen en su sitio y le muestran el recto camino. Y, al fin y
al cabo, para eso estamos”, declara Monseñor Gripaldo Calabria, asesor
en España de la Conferencia Episcopal.
La Asociación Gay Sadomaso Democracy, con sede en el club Planet
Bujero de San Francisco, considera que “la Santa Sede le ha dado la
espalda al sexo anal desde tiempos inmemoriales”, por lo que considera
que el cambio de estrategia del Vaticano es “una muy buena noticia para
los católicos que creemos que hay que ensanchar el terreno de la fe
porque el ano forma parte de la vida para lo bueno y para lo malo”.
Algunos teólogos advierten de que este nuevo castigo puede ser
problemático cuando la conducta pecaminosa a corregir sea, precisamente,
la práctica del sexo anal por placer. “Castigas con sexo anal a un
creyente que ha practicado el sexo anal.
Por lo tanto, esta persona
reincide en la práctica del sexo anal, obligando a ejecutar el castigo
una y otra vez. Es lo que llamamos bucle anal completo. Algo de lo que
ya advierten las Escrituras”, explica el teólogo italiano Fiordo
Desmegma." (El Mundo Today, 16/11/2012)
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