17/12/12

Pone en peligro su vida al contorsionar su cuerpo para silenciar un pedo


“Lo ha llevado al límite, llega a retorcer un poco más sus intestinos y el estrangulamiento intestinal podría haber derivado en una sepsis mortal”, ha explicado a la prensa el doctor Morataya, quien ayer por la tarde atendió a un joven que prácticamente “había puesto del revés todo su sistema digestivo buscando un ángulo que evitara que una flatulencia produjera sonido”.


El paciente, Manel Pagès, administrativo de 38 años, ha sido dado de alta esta mañana y ha reconocido que es una práctica que suele llevar a cabo. “Es doloroso. Calculo la trayectoria ideal para facilitar una salida del aire sin adherencias ni fricciones. Y si necesito usar lápices o material de oficina para hacer palanca entre las nalgas no dudo en hacerlo. Todo, por respeto a mis compañeros de oficina a quien pueden molestar esos ruidos”.

“Me ha dicho el médico que si silencio un solo pedo más, moriré. Pero si no lo silencio y en el silencio de la oficina se oye un pedo mío, moriré igual de la vergüenza”, explica compungido. “No hay salida”, sentencia Pagès.

Al ser entrevistados, sus compañeros han admitido desconocer por completo los esfuerzos sobrehumanos que lleva a cabo cada día Manel para evitar que se oigan sus flatulencias. “Pero vaya, que oírlos no, pero sentirlos los sentimos igual porque la zona de alrededor de su mesa huele a azufre que tira de espaldas”.     (El Mundo Today, 29/11/2012)

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