"La Real Academia de la Lengua Española
se reunió ayer en sesión extraordinaria para atender el clamor de la
calle y continuar adaptando el idioma español a las nuevas evoluciones
del vocabulario popular.
“La gente necesita llamar hijo de puta a su
banquero con total naturalidad”, ha dicho el director de la Real
Academia Española.
A tal efecto, y por mayoría absoluta, se
acordó introducir el término “hijo de puta” como sinónimo de aquellas
personas que dirigen o son propietarias de un banco, y por extensión a
sus esbirros directivos. El sinónimo también podrá utilizarse para
nombrar a un inversor especialista en mercados internacionales y a
ciertos especuladores cuyo corazón tenga el tamaño de un guisante.
“Buenos días, hijo de puta, vengo a
hacer un ingreso”, “Quiero hablar con el hijo de puta sobre un recibo
devuelto” o “El señor hijo de puta está reunido” serán dentro de pocos
días frases habituales en las entidades bancarias.
También a partir de ahora los clientes
tendrán derecho a exigir que en todos los documentos bancarios se pueda
leer el cargo de director en sus dos acepciones, “director de la oficina
número equis” o “hijo de puta de la oficina número tal”.
Los miembros de la Real Academia de la
Lengua abordaron también la posible incorporación de la palabra
“fantoche” para denominar a un político, aunque de momento sólo se
plantean aplicársela a los diputados electos de los dos partidos
mayoritarios españoles. Además de fantoche, se barajó también una nueva
licencia para llamarlos pequeños bastardos.
Los académicos sí llegaron, sin embargo,
a aprobar unánimemente una nueva contracción que podrá utilizarse en el
caso de que las palabras aguirre y esperanza vayan juntas. En tal caso
se dirá mamarracha." (Rokambol News, 25/07/2012)
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