"El presidente del Círculo de Estudios Soberanistas, Alfons López Tena, en un artículo en el Avui, considera que "dos son los escenarios que recomiendan la adopción de la forma monárquica, si ocurren". En este sentido recuerda "las facilidades que puede ofrecer al establecimiento y consolidación del Estado catalán el mantenimiento de la dinastía borbónica española, bien teniendo como jefe de Estado catalán el que lo sea en España, tal como sucede en muchos Estados de la Commonwealth que mantienen como jefe de Estado el británico, bien iniciando una nueva dinastía con una rama de la familia real española ".
"Sólo ocurrirá si los españoles se avienen con más facilidad a la independencia catalana si mantenemos su casa real, y si ésta la aceptara y propiciara. Es un escenario improbable pero posible, aunque muy arriesgado para la propia casa real española: dada la xenofobia anticatalana que predomina en España, podría ser que el establecimiento del Estado catalán con rey o reina compartido con España o proveniente de él, provocara su derribo en España, y una situación altamente paradójica: república en España, monarquía española en Cataluña, tal como ocurrió en Austria y Hungría entre 1918 y 1947: República en Austria, monarquía austriaca en Hungría, no proclamada por veto de los aliados pero mantenida por el gobierno por un regente ", expone.
Por otra parte, también valora "la superior proyección de la marca Catalunya como Estado monárquico que como Estado republicano. Hay en el mundo más de doscientos Estados, y menos del 10% son monarquías. Convertirse en su daría al Estado catalán un plus de visibilidad, especialmente si se adopta una dinastía altamente visible en el mundo y siguiendo el ejemplo noruego se entroniza en Cataluña la casa históricamente rival de la borbónica española: los Windsor, que reinan en Gibraltar ".
"Tener como rey un hijo de Lady Diana Spencer, y nieto de la reina Isabel II, proyectaría al mundo la marca Catalunya con mucha más eficacia y extensión, sin más gasto adicional a la que genera un jefe de Estado, rey o presidente. Sin embargo, en Europa todos los nuevos Estados independientes han adoptado en los siglos XX y XXI la forma republicana, con las suelas excepciones de Noruega y de Albania, esta de corta duración ", recuerda.
"Noruega es el caso más interesante: por referéndum se eligió la forma monárquica cuando se independizó de Suecia (1905-1907), y nombró rey un príncipe danés, monarquía históricamente rival de la sueca, con quien competía por la hegemonía el Báltico y el dominio sobre la misma Noruega. Es, sin embargo, altamente improbable, por falta de apoyo popular y político en el establecimiento de la casa de Windsor como en casa real de Cataluña ", concluye." (e-noticìes, 14/05/2010)
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