"No convence al Gobierno, tiene en contra a los sindicatos y cada vez goza de menos apoyos entre sus compañeros de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), pero el presidente de la patronal, Gerardo Díaz Ferrán, no se rinde. Ayer pidió auxilio al Apóstol para atajar la crisis económica, en una invocación en la misa del peregrino de la Catedral de Santiago.
Lejos de solicitar comprensión celestial ante sus reiteradas exigencias de que se abarate el despido, el empresario se mostró como un pío y abnegado defensor de los trabajadores. “Que nuestro grano de trigo germine y podamos aliviar así la situación de tantas familias que se encuentran en dificultades”, imploró.
“En momentos de crisis como los que atraviesa España queremos pedirte que nos ayudes, señor Santiago, a poner nuestros talentos al servicio de los que no los tienen: de los parados, de los jovenes que no pueden acceder a un empleo, de los empresarios que han sufrido y pierden sus empresas, de los que no regatean esfuerzos para mantenerlas, de todos aquellos que lo han perdido todo”, aseguró, solidario.
“Nuestra sangre de empresarios impulsa un corazón de caminante de espiritu peregrino”, sostuvo, tras pedir al santo que le deje legar a las generaciones venideras “un trabajo bien hecho en beneficio de la sociedad y que les sirva de ejemplo de su camino en la vida”.
No deslizó Díaz Ferrán en su súplica al Apóstol alusión alguna a la peliaguda situación financiera que atraviesan sus negocios —su filial de seguros fue disuelta por falta de liquidez, su compañía aérea entró en quiebra y su empresa de viajes amenaza con ir por el mismo camino— , pero sí solicitó que su patronato ayude a que los españoles mantengan “una actitud de sumar y no de restar”. (...)
Tras rezar, arrodillado, Díaz Ferrán comulgó y se fue. Al salir, aclaró: “He pedido por todos los empresarios, yo soy uno más”. (El País, ed. Galicia, Galicia, 05/05/2010, p. 3)
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