Uno de los artículos más polémicos es el 231.2 sobre el matrimonio que establece que "los cónyuges tienen en el matrimonio los mismos derechos y deberes y tienen que compartir las responsabilidades domésticas y el cuidado y atención de los otros miembros de la familia que estén a su cargo y convivan con ellos".
En la introducción, destaca que en su elaboración "se ha tenido en cuenta que la incorporación de la mujer al mercado de trabajo no ha ido paralela, en la práctica, a un reparto de las responsabilidades domésticas y familiares entre los dos cónyuges y que en bastantes casos la actividad laboral o profesional de uno de los cónyuges se supedita todavía a la del otro, hasta el punto que, en determinados niveles educativos y de renta, sigue siendo habitual que uno de los cónyuges, típicamente la mujer, abandone el mercado de trabajo al contraer matrimonio o al tener hijos".
La diputada de CiU Núria de Gispert, exconsejera de Justicia, se ha preguntado si "es operativo imponer estas obligaciones cuándo se sabe que no se podrán exigir e imponerlas porque los países nórdicos las tienen". "Ni Catalunya es Islandia ni el derecho civil de los países nórdicos tiene las características del nuestro, tan basado en la libertad de las dos partes" ha concluido la diputada nacionalista." (e-notícies, 04/03/2009)
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