«Es un bulo interesado del Gobierno del señor Sánchez», ha protestado la mujer, aún sin haberse quitado el disfraz y metida en el papel de la presidenta de la Comunidad de Madrid. Poco después, al darse cuenta de la gravedad de lo ocurrido, se ha quitado la peluca y ha pedido disculpas.
El hecho de que las víctimas del susto hayan sido trasladadas al Hospital Zendal no ha ayudado a que se calmaran. Siguen afectadas por el recuerdo de los peores momentos de la pandemia, aunque los dos médicos que trabajan en Madrid han conseguido estabilizar las constantes vitales de los ancianos.
El año pasado por las mismas fechas, un hombre 42 años visitó a su hijo en la guardería disfrazado de Íñigo Errejón y allí sigue interno, rodeado de niños de tres años y habiendo olvidado casi por completo su vida anterior, en la que era ingeniero de caminos." (Xavi Puig, El Mundo Today, 31/10/23)
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