1/12/21

Albert Soler: El mérito de ser los peores... lo último de Pere Aragonés ha sido colapsar la web de Salut al lanzar a la gente a hacerse el pasaporte Covid con un solo día de margen, pero antes hizo lo propio con la web de los farmacéuticos al pretender regalar una mascarilla a cada catalán, y anteriormente igual, con las ayudas a los autónomos... Se pierde la cuenta de las burradas... Debe ser muy difícil equivocarse siempre, lo digo con sincera admiración

 "Nunca es fácil no hacer nada bien, que todo sea siempre un desastre. Lo que consigue el gobiernillo en Catalunya tiene mérito. Incluso la gente más incapaz, la más analfabeta, la más idiota, alguna vez, por azar, realiza algo sin error. El tipo más imbécil del mundo, un día hace bien algo, sin quererlo. De ahí, que lo del gobiernillo sea digno de elogio. 

El último ha sido colapsar la web de Salut al lanzar a la gente a hacerse el pasaporte Covid con un solo día de margen, pero antes hizo lo propio con la web de los farmacéuticos al pretender regalar una mascarilla a cada catalán, y anteriormente igual, con las ayudas a los autónomos. Algún día han presentado un decreto sin firma ni fecha, por lo que el juzgado ha tenido que echarlo atrás. Se pierde la cuenta de las burradas. Debe ser muy difícil equivocarse siempre, lo digo con sincera admiración.

 Si cualquiera, en su trabajo, se propone hacerlo todo mal, fracasará. Por mucho que se haga, alguna vez algo saldrá bien. No en el gobiernillo, eso nunca. En Cataluña hemos reunido a los mayores expertos de la cagada, auténticos profesionales del fracaso, gente que ya nació con el don de no hacer nada bien en su puñetera vida. Por supuesto, no basta nacer con este don, hace falta trabajo constante para mejorarlo, que uno se despista un momento y acierta.

 Luego está el mérito de juntar en un gobernillo a los mayores inútiles, por suerte el lacito amarillo que lucen facilita la elección y evita que se cuele alguien levemente capacitado. Esto permite vislumbrar cómo sería una republiqueta al cargo de esta tropa. Estaríamos arruinados -más aún, quiero decir- enfermos, hambrientos, sin techo donde acogernos y temblando de frío (esto ahora, en verano nos asuraríamos de calor). Pero, ¿y lo que reiríamos? Moriríamos en poco tiempo, pero moriríamos riendo, que es una buena forma morir.

 En casa, cuando vemos por la tele a un consejero anunciando pomposamente una nueva medida, apostamos sobre cuándo saldrá mal. No si va a salir mal, eso lo sabemos todos a mi familia, incluso el gato, sino cuándo. Qué risas. Lo mejor es cuando salen después a disculparse sin disculparse, simulando que está todo bajo control. Y aguantándose la risa, con semblante serio. Como los grandes payasos. Qué buenos son estos refotudos."                (Albert Soler, Diari de Girona, 30/11/21)

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