31/7/19

En la Cataluña contemporánea ya no se va de vacaciones, ahora no eres nadie si no marchas en el exilio... espero de todos ustedes que me vengan a visitar cada fin de semana, yo les permitiré hacerse fotos conmigo y ustedes me llevarán viandas, con la condición que se admitirán sólo jamones ibéricos, gambas, calamares a la romana y cosas por el estilo, que uno es exiliado pero no estúpido... .

"Cuando lean esto ya estaré en el exilio. Así, sin avisar, como si los hubiera encomendado que hoy estuvieran todos en el trabajo y en la hora de la verdad yo hubiera marchado de estranquis. En la Cataluña contemporánea ya no se va de vacaciones, ahora no eres nadie si no marchas en el exilio. 

En mi caso, a la Escala, que no tiene tanto glamour como Waterloo pero a cambio hay turistas ligeras de ropa, vaya una cosa por la otra. Eso sí, en lugar de marchar escondido en la parte trasera de un coche yo lo haré al volante, me gusta ser el conductor de mi propio destino.

Si mis asesores no me han engañado, ahora se trata sólo de montar una caja de resistencia que me permita sufragar los gastos de este exilio, y vivir, que son dos días. Naturalmente, espero de todos ustedes que me vengan a visitar cada fin de semana, yo les permitiré hacerse fotos conmigo y ustedes me llevarán viandas, con la condición que se admitirán sólo jamones ibéricos, gambas, calamares a la romana y cosas por el estilo, que uno es exiliado pero no estúpido.

 La mujer y los niños, eso está claro, se quedarán en Girona, faltaría que les hubiera que aguantar también en el exilio. Para aquellos de ustedes que no tengan vehículo, se montarán buses expresos que los dejarán en la puerta de la casa del exilio: por el módico precio de 55 euros, tendrán derecho al viaje hasta la Escala, un bocadillo de queso, y una camiseta conmemorativa.

 En lugar de aparecer en una pantalla gigante para decir burradas, me comprometo a hacerlo con una columna cada viernes. No pidan más, que bastante dura es la vida del exiliado.

 Ha querido la fortuna que el bueno de Matamala, ahora senador, tenga tiempo libre hasta que comience la legislatura. Aprovechando su experiencia en tareas de exilio, le debo pedir que venga una vez por semana a hacer limpieza en la casa, que la mía no lleva nombre tan pomposo como la de la república, pero hay alguien que sabe manejar la escoba y el estropajo, trabajos en los que el senador sobresale, tengo entendido.

 Y en fin, cuando termine mi exilio -durarà un mes exacto-, espero que me vengan a recibir en la entrada de Girona auténticas multitudes con banderas y pancartas, encabezadas por las autoridades municipales. Y que a nadie se le ocurra decir que vuelvo de vacaciones o mis hijos escribirán tuits contra ellos. Nos vemos a finales del exilio. ¡Seguiremos! ¡Unidad!"            ( , Diari de Girona, 16.07.2019)

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