"El presidente del Congreso de los
Diputados estudiará personalmente la petición de los ujieres que se
ocupan del servicio en el hemiciclo, y especialmente de los que se
sitúan justo detrás de la presidencia, a escasos dos metros de la
tribuna de oradores.
Al parecer, desde esa distancia les impactan de
lleno todas las intervenciones de los diputados, incluyendo las réplicas
y las contrarréplicas. En la última comparecencia de Rajoy, uno de los
ujieres se clavó las uñas en la arteria femoral, y su compañero perdió
totalmente el control sobre sus esfínteres.
“Intentamos pensar en paisajes bonitos, o
en políticos de Islandia, mientras oímos las declaraciones pero
entonces nos olvidamos de ponerles agua”, confiesa uno de los ujieres
denunciantes. “No estamos hablando de hacernos un par de petas o media
docena de absentas, porque eso no funciona cuando interviene Montoro”,
prosigue contando uno de los ujieres que más tiempo lleva sentándose
detrás del presidente
“Estamos pidiendo que se nos inyecte
nitroglicerina por el lagrimal o que se nos extirpe al menos uno de los
cuatro lóbulos cerebrales, preferentemente el occipital”, puntualizan.
El presidente de la sala ya ha
adelantado que la Constitución prohíbe las intervenciones quirúrgicas a
los ujieres por motivos de conciencia y estudiará la introducción de
nitroglicerina por el lagrimal o incluso por el mismo bulbo raquídeo.
Rosa Díez, la diputada de UPyD, propone
que se les extirpe la trompa de Falopio a fin de que prescindan de la
facultad del oído, pero Rubalcaba ya ha dicho que con esa solución
“únicamente conseguiremos que no se queden embarazados”. Ruiz Gallardón
sugiere que se les extraiga la trompa de Eustaquio y tres córneas, y se
les despida a las veinticuatro horas del postoperatorio.
Dolores de
Cospedal es partidaria de que se les sustituya la trompa de Eustaquio
por la de Falopio y se les despida diez minutos antes de que despierten
de la anestesia. CiU se inclina por la extracción de todas las trompas y
que luego se les liofilice." (Rokambol news, 14/12/2012)
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