"Mi intención es empezar mi labor en el BCE aportando a la entidad
una inyección de 100.000 millones de euros con el apoyo de todos los
españoles”. Lo ha dicho Luis de Guindos esta tarde en Bruselas, después
de que el Eurogrupo confirmara su apoyo a que sea el nuevo
vicepresidente del Banco Central Europeo, tal vez la institución
económica más poderosa de la Unión Europea.
Guindos se ha propuesto
“empezar con buen pie con un gesto que impresione a nuestros socios en
Europa” pero ha reconocido que “no puedo hacerlo solo porque es mucho
dinero”.
“No habrá ningún tipo de condiciones macroeconómicas o fiscales”, ha
aclarado el aún ministro de Economía, recordando que hace más de cinco
años que España tiene una posición “poco destacada” en los puestos de
más relumbrón de las instituciones internacionales y europeas, y que por
tanto conviene aprovechar su nombramiento para “dar un golpe de
efecto”. Insiste en que España “ya ha salido de la crisis” y por tanto
“se lo puede permitir”. Reitera además que no está pidiendo nada que no
haya pedido antes.
“Llegar al BCE con un rescate bajo el brazo, transmitiendo la idea de
que el dinero no es un problema para nosotros, no solo reforzará mi
papel como vicepresidente sino el de todos los españoles como socios de
confianza”, ha comentado. “En realidad es una inversión”, ha llegado a
argumentar.
Si el presidente Mario Draghi finalmente acepta esta “donación en
condiciones muy favorables para que las entidades europeas que lo
necesiten se recapitalicen”, Guindos considera que España habrá hecho
“el mejor papel” y que “Europa nos deberá una”.
Ante la insistente pregunta sobre cuándo dimitirá de sus funciones de
ministro, Luis de Guindos ha señalado repetidas veces que será “en los
próximos días” pero que “me tienen que enseñar cómo se hace porque no he
dimitido nunca ni conozco a nadie que lo haya hecho, la verdad”. (Xavi Puig, El Mundo Today)
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