"Tras las numerosas quejas del personal sanitario que trabaja en los
ambulatorios de la Seguridad Social, la ministra Ana Mato ha anunciado
hoy que la sanidad pública atenderá primero a los pacientes que griten
más fuerte. Con ello se pretende “rebajar el nivel de estrés de los
facultativos, que tienen dificultades para trabajar con gritos
desgarradores de dolor y agonía sonando en los pasillos”.
“El otro día casi tiro el café al suelo y me quemo por el grito que
pegó un tipo con un palote clavado en la cabeza. Le pedí que esperara
fuera, en la calle, e igual no lo hice con todo el tacto del mundo. Es
entonces cuando ves que necesitas relajarte, pero con esta escandalera
es difícil”, admite el doctor Eusebio Parrillas, especialista en
ganglios del cuello.
Son muchos los pacientes que también aplauden la nueva medida, porque
generalmente los gritos fuertes y que parten el alma suelen coincidir
con dolencias graves o muy graves que requieren asistencia inmediata.
“Llevo seis horas esperando. Me dicen que tengo que coger número, pero
me he triturado las dos manos en el trabajo y me cuesta agarrar el
papelito con la boca porque estoy nervioso al creer que me voy a morir.
Además, tengo que ir a un bautizo mañana y, si no me resuelven esto
pronto, es que no llego. Ahora al menos sé que gritando me pasan antes”,
explica Juan R., que se trituró las dos manos en el trabajo y tiene que
ir a un bautizo mañana.
Ana Mato ha aclarado además que el nuevo sistema de atención
sanitaria solo se aplicará a los gritos que salgan de dentro. “El que
grite sin que se esté muriendo se vuelve a casa y con una multa”, ha
añadido la ministra." ( Xavi Puig , El Mundo Today, el 8 de noviembre, 2013)
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