"El padre Juan José Gallego es el único exorcista de
Cataluña, una tarea bastante desconocida, aunque no le falta trabajo:
cada día puede recibir entre cinco y seis consultas, y cada semana hace
unos cuantos exorcismos. (...)
Un exorcismo se produce cuando "la Iglesia pide públicamente y con autoridad, en nombre de Jesús, que una persona sea protegida del maligno y
sustraída a su dominio". explica Gallego. El exorcista afirma que si ve
que hay un creyente que puede estar poseído por el diablo, lo intenta
exorcizar con oraciones y un ritual establecido en códigos
eclesiásticos.
Un exorcismo a veces puede parecerse al de las películas: cuerpos inertes con violentas convulsiones y espasmos y expresiones blasfemas.
El padre realiza su trabajo en su despacho parroquial del Ensanche de
Barcelona. Puede simplemente sentar al afectado en una silla, o hacerle
estirar en el suelo de una capilla, con mucho espacio alrededor para que
no se haga daño.
En alguna ocasión incluso ha tenido que atar al
exorcizado y pedir ayuda a algún otro cura o monja por la violencia que
experimenta. Utiliza agua bendita, que puede llegar a quemar la piel del afectado, y todo el ritual se hace en castellano, no en latín. El padre Gallego reconoce haber pasado miedo a menudo." (Diálogo Libre, 04/08/2013)
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