"La meretriz, y madre biológica de los socialistas, que en un principio declaró que se inclinaba por la abstención, cambió finalmente su intención de voto “exclusivamente por motivos humanitarios”, según sus propias palabras. “Son unos auténticos macarras, pero son mis macarras”, puntualizó la señora.
Al parecer, los reiterados e indecentes
guiños que los socialistas han estado lanzando a la Iglesia y a la Banca
durante sus anteriores legislaturas, y la descarada tibieza que están
demostrando ahora en la oposición, han provocado un masivo desencanto
entre los millones de ciudadanos españoles que aún tenían incrustadas
las palabras socialista y obrero, de las siglas del partido, en alguna
víscera poco funcional de su cuerpo, y que la mayoría de los médicos
identifican con el cerebro.
La mayoría de los encuestados confesaron que
si tuviesen el dinero suficiente se someterían a una operación
quirúrgica para que les fueran extraídas esas palabras de su cabeza, y
en su lugar se les implantase el sustantivo guillotina o, en su defecto,
un trabajo de ochocientos euros." (Rokambol news, 12/06/2013)
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