"El progresivo deterioro de la fe de los
ciudadanos españoles en los bancos empieza a preocupar a la Iglesia, y
más concretamente al presidente de la Conferencia Episcopal, Rouco
Varela, quien cree que esa desafección podría acarrear llanto y crujir
de dientes a los descreídos, además de virulentos brotes de peste
bubónica en el salón comedor de sus respectivos domicilios.
Rouco
advierte además, de que la prima de riesgo está íntimamente relacionada
con la comunión y el ayuno, y que son los creyentes, quienes cumpliendo
con estos preceptos y con su confianza en las entidades financieras, los
que frenan el ascenso de ese “endiablado índice económico que a todos
nos atormenta”, según sus propias palabras.
Para luchar contra este galopante
desencanto de los ciudadanos ante los bancos, la Iglesia acaba de llegar
a un singular acuerdo con la Asociación Española de Banca que, con toda
seguridad, causará admiración entre los fieles pero también una gran
estupefacción a los científicos y a los brokers.
Los plazos fijos a
cinco años ya no regalarán un juego de sartenes sino que perdonarán
cuatro pecados mortales, y la domiciliación de nómina eximirá de ir a
misa durante catorce domingos consecutivos. Los productos tóxicos, como
las preferentes, los depósitos estructurados o los bonos convertibles en
acciones, podrían llegar a ofrecer sustanciosos privilegios para la
vida eterna, tales como una habitación individual en el caso de ir al
infierno, con lamparita de noche y cocina americana, o un automóvil
descapotable para aquellos clientes que finalmente vayan al cielo." (Rokambol news, 24/04/2013)
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