"Antonio Zarzalia, gerente de una multinacional, ha tenido que tomar
una decisión insólita por culpa de la mala situación económica que
atraviesa. “Me he separado de mi mujer y la pensión que le tengo que
pasar me impide pagar un alquiler”, explica. Convertido “en un ejecutivo
sintecho”, Zarzalia ha decidido compartir piso con el becario que le
hace las fotocopias.
El empresario, un hombre hecho a sí mismo y que se define como “un
puto tigre de las finanzas”, asegura que esta situación “no romperá con
nuestra profesionalidad sino todo lo contrario: el chico aprenderá que
el trabajo no termina con la jornada laboral y, quizá, aprenda algo de
mí y le salgan pelos en el pecho de una vez”.
Víctor Rosales, el joven
que ha acogido al ejecutivo “porque no tuve narices en su momento para
decirle que no”, lamenta que tenga que llamar “señor Zarzalia” a su
compañero de piso y que ni siquiera en su tiempo de ocio pueda disfrutar
de un trato más informal. “Con su mujer también se trataban de usted.
Luego se pregunta por qué no funcionó el matrimonio”, declara el
becario.
Zarzalia quedó asombrado al comprobar que la nevera del becario solo
albergaba “zumitos de naranja y esas mierdas, nada a la altura del tigre
de las finanzas, o sea de mí”. Con fondos de la empresa, ha instalado
en el piso una máquina expendedora de Amstel Extra “para que adquiera el
carácter necesario para moverse en la vida”.
Pese a estos privilegios,
ambos se ven obligados a dormir en la misma cama. “Es el piso de mi tía y
tiene los muebles que tiene. Espero que aparte de la máquina
expendedora se compre su propia cama porque ronca toda la noche. Este
hombre tiene carácter hasta durmiendo”, apunta Víctor.
Ahora, ambos han decidido buscar nuevos compañeros de piso. “Sé que
es un poco violento que estemos solos él y yo, así que buscamos más
gente como nosotros para que se vengan. Buscamos tipos seguros de sí
mismos, con carácter. Buscamos lo que vienen siendo putos amos.
Tipos
que puedan odiar a mi ex mujer tanto como yo. ¿Verdad chaval? ¿Somos
tigres o qué coño somos?”, insiste Zarzalia mientras golpea la espalda
del becario, que intenta esbozar una sonrisa.
El chico, por su parte, duda de que sean capaces de encontrar nuevos
compañeros de piso si en el anuncio que han distribuido por la calle lo
que pone es “¿Tienes cojones de compartir piso con nosotros? No, seguro
que no.
¡Lárgate, ni siquiera mires este anuncio!”. Además, el único
dato de contacto que aparece es “Señor Zarzalia”. “Él dice que si
encontramos a gente que se atreva a compartir piso con nosotros y con
nuestra cerveza, serán capaces de encontrarnos por sí mismos, pero no sé
yo”.
Además de los disuasorios anuncios, el ejecutivo ha diseñado una dura
prueba para los aspirantes cuyos progresos pueden apreciarse en este vídeo grabado por el joven Rosales.
El casting de compañeros de piso sigue las directrices que la
multinacional de Zarzalia aplica en sus procesos de selección de
personal. Los aspirantes pueden presentar su candidatura en esta página web." (El Mundo Today, 05/10/2012)

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