22/3/21

Volvió la Serret... cuando se personó en el Supremo, el secretario tuvo que buscar en los archivos quién era aquella pobre mujer que insistía en ser imputada, señora, marche de aquí, que tenemos trabajo...

 "(...) Ayer, haciendo unas cañas en La Tahona, alguien comentó que se había entregado a la justicia una exiliada, sí hombre, una que era consejera de no sé qué, ahora no me sale el nombre, Serrat o algo así. Nadie recordaba como se llamaba ni el cargo ni nada, que triste.

De ahí, enlazar con la que huyó a Suiza y también se hace llamar exiliada sin que ningún juez la reclame, sí, coño, la que vive de gorra, la de la CUP que se cambió el peinado y ahora parece de las juventudes de PP. Tampoco nos salía el nombre ah, sí, Anna Gabriel.

 Uno de los parroquianos buscó en Google e informó que en realidad se llama María Guadalupe Araujo y nació en México, cara de sorpresa de todos, hasta que alguien dijo que esta es otra Ana Gabriel, yo qué sé, el caso es que a nadie le importa ya quien se fue, ni cómo se llaman ni si cantan rancheras o no. 

Uno se cree revolucionario, y en realidad, al cabo de un mes nadie recuerda el nombre, a los seis han olvidado la cara, y al cabo de un año, si vuelve a casa la familia llama a la policía pensando que es un okupa. 

Debe costar, admitir que al poco tiempo sólo la familia recuerda ligeramente que existes, cuando tenías la esperanza de entrar en los libros de historia.

Por eso volvió la Serret, y aún cuando se personó en el Supremo, el secretario tuvo que buscar los archivos quién era aquella pobre mujer que insistía en ser imputada, señora, marche de aquí, que tenemos trabajo."          (Albert Soler, Diari de Girona, 11/03/21)

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