Pere Aragonés ha dicho en una entrevista en La Vanguardia una auténtica verdad: haremos el referéndum cuando sea posible, y si no es posible no lo haremos. A ver quién es el guapo que lo puede contradecir... Si unos años de cárcel y de huir de la justicia por el mundo han servido para aprender las bases de la lógica, bien provechosos habrán sido

 "Con la inocencia y sinceridad que otorga la infancia, Pere Aragonés ha dicho en una entrevista en La Vanguardia una auténtica verdad: el referéndum tendrá lugar «cuando sea posible». Ha tardado años el llacisme a entender que todo, en esta vida, se debe hacer cuando sea posible. Entre otros motivos, porque es ontológicamente imposible hacer nada cuando no es posible. 

La conclusión de Aragonés es impepinable: haremos el referéndum cuando sea posible, y si no es posible no lo haremos. A ver quién es el guapo que lo puede contradecir.

 El de Aragonés puede parecer un pensamiento de poca altura, pero es que hace mucho que el llacisme había olvidado que lo que no puede ser, no puede ser, y además es imposible. Si unos años de cárcel y de huir de la justicia por el mundo han servido para aprender las bases de la lógica, bien provechosos habrán sido. 

De momento, Aragonés no ha necesitado ni un día de cárcel para conocer los fundamentos que rigen la lógica desde hace miles de años, ha bastado unos cuantos correligionarios cerrados para grabarse a fuego esta regla . (...)

Quién le puede echar en cara a nadie que no actúe, si lo que le piden hacer no es posible? Alguien se puede enfadar con su gato de angora que no habla? Haberse comprado un loro. Pues igual ocurre con el llacisme y el referéndum, haberse comprado unas elecciones normales. 

Por eso ahora los lacistas se conforman con pedir amnistía para los presos, como en los setenta, al menos eso sí puede ser. Y los sacaremos en el FAQS y levantarán el puño y dirán que lo volverán a hacer y no harán bien nada. ¿Ves? Todo eso sí, que es posible, hay que saber conformarse.

 Falta saber cómo se lo tomarán en Waterloo, donde no parecen tener clara la diferencia entre fantasía y realidad. Una gente capaz de montar casas de la república, consejos de la república, comilonas de la república y un Domund permanente de la república, no discierne entre posible e imposible. Lo único que les interesa es seguir viviendo bien. Mientras sea posible."              (Albert Soler, Diari de Girona, 08/03/21)