"No me extrañan los aplausos a Junqueras. A mí también me hubiera gustado, cuando estudiaba en la universidad, que viniera a dar clase un preso en libertad condicional.
Aunque fuera en una asignatura optativa, allí que me habría plantado yo, aunque sólo fuera para poder escuchar de primera mano cómo había hecho para cometer los delitos y cómo es la vida en prisión. (...)
Sólo hay que ver la reacción de Junqueras, en sus tuits después del recibimiento con un «Os quiero a todos», para saber cuál será la asignatura maría en la Universidad de Vic.
Si a Capone le hubieran concedido salir de Alcatraz para impartir clases en la Chicago Booth School of Business, los aplausos de los estudiantes se habrían sentido hasta en Wall Street, que de hacer negocios y eliminar la competencia saben un montón. Desgraciadamente, los jueces federales no se preocupaban por la formación de los estudiantes tanto como los catalanes y el pobre Alfonso se perdió un recibimiento como el de Junqueras.
Aparte de aprobar por la patilla gracias a los aplausos que le dispensaron, sus alumnos esperan del líder republicano que les enseñe cómo salir de la cárcel por la puerta grande, y no haciendo un túnel. Ignoro si Junqueras lleva este tema preparado en el temario, o preferirá enseñar a construir Republiqueta de vuelo gallináceo, ámbito en el que también es un reputado experto.
De momento, lo único que se ha sabido de su labor en la universidad -aparte de lo más importante, que es que le permite salir de la cárcel unas horas cada día- es que participará en programas de «formación continua de corta duración », signifique eso lo que signifique. O sea, continua pero no mucho, porque se acaba pronto. O sea, continua pero discontinua. O sea, ideal para quien proclamó la independencia pero no la proclamó. (...)
Peor suerte ha tenido en Romeva, que también ha salido de la cárcel para -dicen- trabajar pero no consta que lo hayan recibido con aplausos. Quizás porque es calvo y esto penaliza, lo sé porque por la mañana cuando llego al diario a mí tampoco me reciben con palmadas.
El trabajo de en Romeva será evaluar los avances de los acuerdos de paz de Dayton, que como supongo que la mayoría de ustedes no recuerdan qué son, les diré que eran los que pusieron fin a la guerra de Bosnia.
Si se descuidan, para que salga de la prisión le buscan el trabajo de revisar cómo evolucionan los acuerdos de Appomattox, cuando el general Lee se rindió a Grant." (Albert Soler, Diari de Girona, 05/03/20)
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