29/5/19

Mueren 8 alpinistas por un ¡ atasco !... en la cima del Everest



"Ocho muertos en el Everest en pleno atasco para hacer cumbre.

Más de 200 alpinistas baten el récord de ascensiones en una misma jornada. Hay días en que hace falta más paciencia y perseverancia para esperar el turno de tomarse una foto en la cumbre del Everest que para escalar la propia montaña. El miércoles fue uno de esos: más de 200 alpinistas hicieron cima, batiendo el récord de ascensos en una misma jornada. Los alpinistas formaron un atasco de varias horas mientras esperaban en un estrecho paso de la cresta sureste cerca del techo del planeta, como se ve en la fotografía superior. 

Dos de los que hicieron la cola murieron mientras descendían, tras haber hecho cumbre: el estadounidense Donald Lynn Cash y la india Anjali Kulkarni, ambos de 55 años. El organizador de la expedición de Kulkarni, Arun Trek, atribuyó el accidente al excesivo flujo de montañeros, que retrasó su descenso, según declaró a la agencia AFP. En estos días han fallecido ya ocho personas en el pico más alto del mundo. (...)

"Ha sido un día de mucho tráfico. Las expediciones se quejan de que hay que esperar dos o más horas para llegar a la cumbre", ha afirmado Gyanendra Shrestha, representante del Ministerio de Turismo de Nepal. Unos 250 montañeros salieron del campo IV (7.900 metros) durante la noche del martes al miércoles, según explicó Shrestha a Efe.

 El estadounidense fallecido este jueves se desvaneció en la cumbre mientras inmortalizaba el momento. "Nuestros dos sherpas ayudaron a recobrar la conciencia [a Donald Lynn Cash], pero luego falleció cuando se lo traían de vuelta", ha explicado Pasang Tenje Sherpa, de la expedición Pioneer Adventure."        (El País, 25/05/19)

"(...) no parece una imagen muy lógica. Se trata de una fotografía tomada por Nirmal Puja y distribuida por la agencia AFP en la que puede verse un enorme atasco de gente tratando de llegar a la cima del Everest, nada más y nada menos que la montaña más alta del mundo.

 La escena tuvo lugar el pasado miércoles, cuando el buen tiempo hizo que más de 200 alpinistas batieran el récord de ascensos en un mismo día. Dos de los alpinistas que hicieron la cola fallecieron mientras descendían.  (...)"            (Tremending, Público, 24/05/19)


Afeitarme, ducharme, desayunar, subir el Everest y luego a la oficina.

Está el Everest que parece la inauguración de un Primark.

—¿Y esta cola para qué es?
—No sé, yo he visto gente y me he puesto.

Hasta que no pongan un bar a mí no me busquéis en el Everest.


Ya solo falta que en el Everest pongan un tobogán como el de Estepona para bajar.


–Y para celebrar las fiestas del pueblo, haremos una paella gigante en lo alto del Everest.
–...
–La paella es gratis.


Subes al Everest a encontrarte y te encuentras con todo el mundo.
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La historia detrás de la famosa foto del fatídico atasco en el Everest. El alpinista nepalí Nirmal Purja cuenta cómo captó la imagen de la aglomeración en el techo del mundo e intentó organizar ese caos.

“Sí, yo hice la foto”. Nirmal Purja (Myagdi, Nepal; 1984) estaba ahí el pasado 22 de mayo. Cerca de la cima del Everest. El alpinista nepalí había coronado la cumbre del mundo (8.848 metros) y se encontraba en pleno descenso cuando se vio atropellado por la marabunta.

 Más de 200 personas intentaban el ascenso en un atasco humano jamás visto en el techo del planeta. Purja no podía avanzar. La aglomeración amenazaba con convertirse en una trampa mortal. Entonces se quitó los guantes y tomó una fotografía espectacular, tremendamente significativa de aquello en que se ha convertido el Everest: un destino para turistas que las compañías comerciales ofrecen a precio de oro sin importar la preparación física o técnica de los clientes. Hasta 10 personas murieron en el intento.

“Me encontré totalmente atascado en ese tráfico de gente ahí arriba”, cuenta Nirmal Purja a EL PAÍS. “Yo estaba bajando. De repente, me quedé parado, sin poder moverme. Había más de 200 personas intentando subir. Miré alrededor y tomé la fotografía. Me quité los guantes. Tenía las manos heladas y los dedos entumecidos, pero quería hacer la foto como prueba de lo que pasaba. Claro que estaba preocupado cuando vi esa gigantesca cola. El viento era de unos 35 km/h. Si hubiera sido cinco kilómetros más, habría habido más muertos ese día”.

En un escenario en que hasta los mejores luchan por sobrevivir, el pelotón de montañeros acabó siendo una ratonera. A 8.000 metros, no hay espacio para un carril de ida y otro de vuelta. “Me encontré allí como si fuera un policía de tráfico. Estuve tratando de dirigir ese atasco humano durante hora y media.

Todo el mundo quería subir y todo el mundo quería bajar. Lo que hice fue pararme y controlar el tráfico. Iba mandando gente arriba y abajo continuamente”, prosigue Purja su relato.

Curiosamente, la foto de denuncia del alpinista nepalí —que lamenta que algunos medios hayan usado sin citarle— ilustra una realidad de la que él mismo participa. Purja está inmerso en Project Possible 14/7, su reto de escalar los 14 ochomiles en siete meses cuando el anterior registro es de siete años y 10 meses, propiedad del coreano Kim Chang-ho (que murió en 2018 por una avalancha), un mes menos que el polaco Jerzy Kukuczka, que enlazó las cimas entre 1979 y 1987 sin pensar jamás que estaba en una competición. Ahora hay un alpinismo que mira hacia los récords.

 “Estoy intentando lo imposible”, explica Nirmal Purja, “romper la marca de los 14 ochomiles y romper otros récords como el del ascenso más rápido al Everest. Quiero probar lo que puede conseguir el ser humano, su potencial”.

Y para ello, toda ayuda es poca: cuerdas fijas, oxígeno embotellado, sherpas, helicópteros para los desplazamientos... Todo para conseguir una marca o, en el caso de esos turistas hacinados en el Everest, el simple sello de haber puesto los pies en la cima del mundo.  (...)"                (Juan Morenilla, El País, 31/05/19)

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