"Un kilo de buena butifarra catalana,
cruda, para hacer a la brasa, puede costar entre seis y catorce euros,
dependiendo de la calidad, el origen y el gusto del consumidor. (...)
Pero hete aquí que Jordi Cuixart
ha dicho ante el tribunal que lo juzga que destinó como dirigente de
Ómnium Cultural una partida para adquirir butifarras. Hasta aquí,
normal. Que el motivo sea protestar contra la fiesta nacional del 12 de
octubre sería lo de menos, porque cada uno protesta como quiere y este
no sería un método excesivamente grave.
Todo lo que finalice en viandas,
mesa y mantel puede y debe gozar de cierta indulgencia. No en vano nos
reclamamos herederos espirituales de aquel Gargantúa de Rabelais o del
orondo Falstaff shakesperiano que nos deleitaba con sus loas a los fríos
invernales, en los que encontraba las suculencias de la carne en todos
sus aspectos.
Cuixart, claro, jugaba con el triple sentido
del término, puesto que butifarra es en catalán, además de embutido, un
juego de naipes y un gesto que viene a ser el clásico corte de mangas.
De ahí que hacer una butifarrada el 12-O tenga una acepción tanto
gastronómica como de mofa. Las lenguas que provienen del latín tienen
esas amenidades y socarronerías.
Pero, y eso es lo sustancial, ¿a cuántos comensales
esperaba Cuixart para gastarse medio millón de euros? Si consideramos un
precio medio en materia butifarril, pongamos diez euros por kilo, que
ya es pagar mucho, con medio millón salen, si las cuentas no me fallan,
50.000 kilos de embutido. Mucha comilona es esa. (...)
¿Tanto traga el personal del lacito? ¿Existe tanta
hambre de independencia como de butifarra? Y las parrillas ¿eran
herederas de las que emplearon los dioses del Olimpo, por su necesario
tamaño y extensión? Más aún: ¿se llevan en tupers los separatistas lo
que sobra de cada ágape o lo donan, como el patrocinador de Master Chef,
a comedores sociales? Lo más importante, si les place, ¿a cómo carajo
le cobran el kilito de butifarras a Cuixart, donde las compra? ¿En su
entidad o en la ANC nadie le aconseja en materia chacinera? ¿No hay una
sectorial que se ocupe, no sé, “Charcuteros por la independencia”?
Líbrenos el Señor de poner en duda la palabra de
Cuixart. Si dice que el medio millón era para butifarras, bien dicho
está. Ahora, convendrán conmigo que este hombre no tiene ni puñetera
idea de precios ni de butifarras. Que le engañan. Que nadie con dos
dedos de frente puede creerse que el coste de la vida, todo y con estar
por las nubes, haya subido tanto. Por eso nos tememos que, si le
enredaban con la longaniza, muy bien pudieran haberlo hecho en otros
temas.
En que la independencia iba en
serio, verbigracia, o en que los neo convergentes tenían madera de
héroes, siendo, en realidad, de plástico, o que no iba a pasarle nada.
Cuixart se encuentra con que le prometieron atar perros con longanizas, o
con butifarras, lo mismo da, pero sabe que va a pasarse unos cuantos
años en la cárcel. Es lo que tiene no saber calcular el precio de las cosas, que acabas pagándolo muy caro. (...)
Eso, si el medio millón que Cuixart indicaba en un mail, no era para
otra cosa, claro. Que aquí hay quien hablaba de misales en referencia a
capitales. En Cataluña, cualquier cosa. Quedémonos, de momento, con la candidez de la butifarrada
y que los jueces decidan. Vivimos, ciertamente, perpetuamente
empachados de separatismo y es bueno el bicarbonato de la inocencia ante
la acidez de lo perverso. Como mínimo, es un placebo." (Miquel Giménez, Vox Populi, 28/02/19)
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