"Cuarenta y nueve horas y media después de abandonar la costa sureste
de Florida y cruzar el Estrecho de Miami a bordo de un cayuco y con su
familia a cuestas, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha
llegado a la localidad pesquera de Jibacoa, cerca de La Habana, huyendo
del capitalismo salvaje y de Donald Trump.
Tras ser atendido por dos lugareños, que proveyeron a los Obama de
toallas y agua potable, Barack Obama ha sido recibido directamente por
el líder cubano, Raúl Castro, al que no ha dudado en solicitar asilo
político.
Convirtiéndose en el primer presidente balsero de la Historia,
el mandatario norteamericano ha seguido el ejemplo de cientos de
disidentes de su país. Se calcula que, desde el inicio de la campaña
presidencial, 300 ciudadanos norteamericanos al día cruzan a nado el
estrecho asustados por los progresos del candidato republicano. Muchos
perecen en la travesía.
Los estadounidenses que lograron llegar sanos y salvos han
establecido una pequeña comunidad en Cuba y han empezado a hablar un
español lleno de modismos ingleses. (...)
La intención del presidente de Estados Unidos es sobrevivir en Cuba los
próximos meses trabajando de camarero en el hotel Tryp Habana Libre
mientras su mujer y sus hijas se adaptan a su tierra de adopción.
La
hija mayor del mandatario, Malia, sigue recorriendo las calles de La
Habana en busca de una red WiFi, intentando asimilar lo ocurrido." (Kike García y Xavi Puig, El Mundo Today, 21/03/16)
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