"La Duquesa es descendiente directa de Jacobo II, el último rey de Escocia.
La historia comenzó
hace más de tres siglos y puede acabar de una forma curiosa: la española
Duquesa de Alba podría convertirse en un futuro próximo en reina de
Escocia. Han pasado muchas cosas desde 1688 y deberían ocurrir otras
tantas antes de una presunta coronación de doña Cayetana, pero el tema
ya ha sido puesto en el tapete por medios británicos tan serios como The
Telegraph o el Daily Express y tanto el pasado como, quizá, los
intereses presentes jugarían a su favor.
¿Quién era Jacobo II de
Inglaterra y VII de Escocia? El rey de esas dos coronas, y de la de
Irlanda, entre 1685 y 1688. El último monarca católico en lo que después
se convertiría en el Reino Unido, y un rey depuesto por su hija y su
yerno, María II y Guillermo III, príncipe de Orange, durante la
Revolución de 1688, conocida por algunos como "la Gloriosa".
Jacobo, el último en utilizar el título de Rey de Escocia, huyó del
país, fue acogido en Francia por Luis XIV (católico como él) y fue padre
en 1670 de James Fitz-James, hijo bastardo de su amante Arabella
Churchill (tuvo varios más con distintas mujeres).
Jacobo fue el padre de James, James fue duque de Fitz-James y I Duque de
Liria y padre de otra criatura, Jacobo Francisco Fitz-James Stuart, y
así, hasta el 28 de marzo de 1926, cuando nace María del Rosario
Cayetana Fitz-James Stuart y Silva, la celebérrima Jefa de la Casa de
Alba cuyo rostro ha empezado a aparecer con más insistencia en los
medios británicos por la carambola histórica que podría llevarla hasta
el trono.
"Es la persona con más títulos del mundo", explica Peter Oborne, el
principal comentarista político de The Telegraph, "y también tiene un
apellido novelesco y crucial, Stuart, que demuestra algo: su árbol
genealógico llega hasta la extraordinaria dinastía escocesa". (...)
El prestigioso Oborne
hasta bromea al respecto: con una fortuna calculada en unos 3.000
millones de euros (según la revista Forbes), Cayetana de Alba sería la
reina ideal para un nuevo país. Tiene el prestigio y los contactos, por
supuesto, pero también el suficiente dinero como para ayudar al
movimiento independentista escocés.
Todos, en resumen, ganarían: los
independentistas recuperarían su autonomía, la familia Stuart el trono
perdido hace 326 años y Cayetana, un título deslumbrante, quizá el que
más, para su lujosa y casi infinita colección. (...)" (20Minutos, 20/02/2014)
Edimburgo bien vale un plato de «haggis
"(...) Cayetana de Alba podría convertirse en la reina de una Escocia
independiente. De Invernalia, si nos atenemos a los mapas de «Juego de
tronos».
Están los escoceses empeñados en devolver su vigencia al muro
de Adriano, quién sabe si para embadurnarse el rostro de azul como los
pictos, y resulta que las casualidades dinásticas pueden someterlos a
una irrupción meridional por la que el nuevo himno lo cantaría un coro
rociero.
Si se coronara, la españolísima Cayetana, abocada a ver cómo la
compañía de toreros le sería cambiada por otra de lanzadores de troncos
en los juegos gaélicos, sin duda sucumbiría a una melancolía como la
que mató a Cristina de Noruega, cuya tumba está en Covarrubias, cuando
fue obligada a contraer matrimonio con el infante Felipe.
Cayetana, que en la prensa escocesa es definida como una «billonaria
que podría financiar ella sola el primer presupuesto de la
independencia», siempre tendría el recurso de trasladar Triana piedra a
piedra y enseñar a los escoceses a cantar saetas sentidas cuando el
Cachorro fuera sacado de procesión, con los hinchas del Celtic como
costaleros.
Lo que no podría evitar es la ingestión de «haggis», que no
sé si compensa: ¿Edimburgo bien vale un plato de «haggis»? (...)" (DAVID GISTAU, ABC 21/02/14, en Fundación para la Libertad)
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