"La presentación de la señora de Aznar es un ejemplo de lo que no se debe
hacer nunca delante de la delegación olímpica. Recitar un discurso malo
y encima mal. En Singapur Sir Sebastian Coe ganó los Juegos para
Londres gracias a su encanto. (...)
En Copenhague, Lula, con el jersey de la abuela, medio constipado y con
cero recursos interpretativos, consiguió transmitir emoción a los
miembros del COI. En Buenos Aires, la mayoría parecía querer que ganara
España, hasta que escucharon hablar a la señora de Aznar. A partir de
ese momento, cualquiera candidatura antes que la de Madrid. (...)
Madrid 2020 presentó una candidatura hecha por deportistas, con las
ilusiones de un deportista y con el trabajo de un deportista.
Presentaron una oferta diferente, posible e ilusionante. Hasta que
llegaron los políticos y se cargaron el sueño." (Rogelio Rengel, 09/09/2013)
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