Obras del rascacielos InTempo. / ROSA FUSTER
"La historia todavía inacabada de este mastodonte urbano de más de 47
plantas y 269 viviendas es un compendio de situaciones atípicas.(...)
Llama la atención también que hasta que no construyeron los primeros
23 pisos no se pensó en poner un montacargas para los 41 operarios que
subían y bajaban escaleras.
En abril de 2011, con el hormigón puesto hasta la planta 46 todavía
no estaban listos los planos de la 47. En julio, el montacargas se cayó
con 13 operarios dentro y las ambulancias no pudieron acceder al lugar
al no estar acondicionada la entrada de vehículos por ahorrar costes.
Varios trabajadores tuvieron heridas muy graves. (...)
En enero de 2012, una nueva sorpresa: no se había tenido en cuenta el
hueco del ascensor, como bien se ve en los diseños promocionales donde
no constan los típicos espacios dedicados en las azoteas a los motores
elevadores.
“El espacio estaba calculado para un bloque de 20 plantas”,
narran las mismas fuentes. Y el pasado mayo, como colofón, los
arquitectos directores del proyecto (el despacho de Pérez Guerra y
Olcina y Radúan Arquitectos) dimitieron. Han preferido callar." (El País, 20/07/2013)
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