"Un solo cargador por guardaespaldas, y
con solo cinco proyectiles, será a partir de ahora la munición que
llevarán consigo los once hombres que custodian el papamóvil de su
Santidad. Los escoltas seguirán conservando la daga oculta en el
tobillo, el escapulario de San Ildefonso y la fuerte complexión.
“Creo
que cincuenta y cinco balazos son más que suficientes para detener a un
infiel”, ha puntualizado el nuevo Pontífice.
El Papa Francisco también ha dado
órdenes muy precisas para que los guardaespaldas den pasos “más
cortitos” cuando corran junto al papamóvil y ahorren en suspicacias
innecesarias. “No hace falta sospechar hasta de las monjas”, ha dicho el
pontífice. “O al menos, no de todas”, ha señalado.
Sin embargo, el
secretario de estado del Vaticano teme que ahora los psicópatas ataquen a
su Santidad en grupos de seis, aprovechando el número de balas de las
que dispondrá cada escolta. “Una segunda oleada de monjas despechadas
después de los psicópatas podría ser fatal para el Papa Francisco”,
aseguran desde el Vaticano.
La obsesión del nuevo Pontífice por
transformar la iglesia en una institución pobre alcanza también a los
propios fieles, que a partir de ahora ya no irán al cielo cuando mueran
sino a un centro comercial bien climatizado." (Rokambol news, 20/03/2013)
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