"Tras años de muchos problemas financieros y de imagen el concurso
Miss España ha admitido que está en quiebra. El certamen se ha declarado
en concurso voluntario de acreedores, según publica hoy el Boletín Oficial del Estado.
El proceso judicial se encuentra en el Juzgado de lo Mercantil número 5
de Madrid, en el que recayó el pasado 7 de febrero. El juez ha decidido
"la intervención de las facultades del deudor" y ha nombrado un
administrador concursal.
La empresa organizadora de Miss España atravesaba dificultades desde
hace tiempo ya que perdió la licencia para poder estar en el último
concurso de Miss Universo, donde la actual Miss España, Andrea Huisgen,
contactó directamente con el gabinete de Donald Trump, propietario de la
concesión y fue finalmente la empresa Beautiful Spain quien accedió a
representarla. Huisgen finalmente dimitió por estar en desacuerdo con la
organización que no le prestó la atención a su carrera. (...)
Los problemas de imagen comenzaron a agudizarse en 2002 cuando la
candidata de Alicante resultó ser una periodista infiltrada para
destapar los secretos del concurso. Más tarde en 2007 la ex Miss
Cantabria Ángela Bustillo, que fue desposeída de este título por ser
madre.
Buistillo retiró un año después la demanda contra la organización
que finalmente varió sus normas. En aquel entonces las bases del
certamen exigían a las aspirantes "no haber tenido descendencia ni
hallarse en estado de gestación".
El artículo 7.4 solo afectaba a las
mujeres y no a los hombres que competían para míster, al señalar que en
"los varones" esa circunstancia "no les supone cambios físicos
sustanciales que impidan el desempeño de las funciones habituales de una
miss o un míster".
En junio de 2007, la organización del certamen de
Miss y Míster España modificó las bases del concurso con la supresión de
la cláusula que excluía a las mujeres por haber tenido hijos, para que
en el futuro no se produzca "ningún tipo de discriminación" entre las
candidatas y candidatos.
Ahora esta "fábrica" de belleza echa el telón." (El País, 20/02/2013)
No hay comentarios:
Publicar un comentario