16/12/12

Lavarse las manos disminuye el remordimiento

"Lavarse las manos “como Pilatos” después de tomar una decisión conflictiva reduce el malestar que provoca la elección y evita cambiar la forma de pensar para justificar ante uno mismo la forma de actuar. El agua con jabón al parecer nos limpia también del sentimiento de culpa.

La expresión lavarse las manos como Pilatos podría no sólo significar disconformidad ante algo y declinar cualquier responsabilidad, como siempre se ha entendido ese gesto. Además puede ayudar a disminuir el malestar que sentimos al actuar en contra de lo que pensamos. Así lo sugiere un curioso experimento llevado a cabo en 2010 por investigadores de la Universidad de Michigan (EE.UU). 

Según los autores del estudio, lavarse las manos después de tomar una decisión difícil puede ayudar a eliminar también el remordimiento porque al parecer, el agua con jabón, sirve para reducir la «disonancia cognitiva», un término que utilizan los psicólogos para definir el malestar que produce actuar en contra de lo que uno piensa.

La Psicología predice que si actuamos en contra de nuestras creencias, ante la imposibilidad de cambiar lo que ya hemos hecho, modificaremos nuestra forma de pensar, para lograr restar importancia a nuestras acciones y reducir así el malestar o “disonancia cognitiva”. En definitiva, la famosa frase del mayo del 68 francés: “Si no vives como piensas, acabarás pensando como vives”.

No sabemos cuáles serían los pensamientos de Pilatos mientras se lavaba las manos para acomodar su forma de pensar a su actuación. Tal vez no precisara de ninguna “ingeniería cognitiva” para lograrlo ya que, de acuerdo con los investigadores de la Universidad de Michigan, al lavarse las manos a la vista de quienes “le obligaron” a tomar su decisión, no solo se estaba desentendiendo de cualquier responsabilidad, sino que también estaba eliminando su malestar sin necesidad de tener que justificar ante sí mismo su decisión.

Para demostrar esta teoría, los investigadores no han recurrido a situaciones tan extremas como del prefecto de Judea, porque la disonancia cognitiva, o el malestar ante decisiones que tomamos a regañadientes se produce con frecuencia en nuestras vidas. En ocasiones, la desazón se produce simplemente ante decisiones tan triviales como elegir entre dos alternativas apetecibles, como viajar a Roma o a París en vacaciones.

 De ahí que el experimento que utilizaron los psicólogos de Michigan fuera tan sencillo como pedir a varios voluntarios que escogieran diez CDs entre cuarenta y que los clasificaran según sus preferencias. Luego les dijeron que podían llevarse a casa el que habían situado en quinta o sexta posición, según prefiriesen.

Con el CD bajo el brazo, les pidieron que volvieran a clasificarlos de nuevo en orden de preferencia, con la excusa de que el dueño de la tienda donde se había llevado a cabo el experimento quería conocer los gustos de la gente una vez que habían abandonado establecimiento.

Pero antes de dejarles repasar su preferencia por los discos, les propusieron valorar un nuevo jabón líquido que supuestamente iba a comercializarse. A la mitad de ellos les pidieron que se lavaran las manos con el nuevo producto y a la otra mitad simplemente que valoraran el aspecto del envase.

En realidad esto no era más que un truco para que se lavaran las manos sin sospechar que era un requisito del experimento, de forma que no pudiera influir en la tarea posterior. El resultado fue sorprendente. 

Los que habían recurrido al agua con jabón ordenaron los discos de la misma forma que la primera vez. Quienes no se lavaron las manos, sobrevaloraron el CD que habían decidido llevarse (podían elegir entre los que habían situado en quinto y sexto lugar) y le adelantaron unos cuantos puestos para alejarle del que habían rechazado.

Con esta maniobra, al valorar el disco bastante mejor que la primera vez, los investigadores interpretan que los voluntarios estaban justificando su elección, y reduciendo el malestar que les producía no haber podido hacerse con el número uno de la lista. Por el contrario, los que se lavaron las manos no sintieron la necesidad de justificarse posteriormente y colocaron los discos en el mismo orden de la primera vez."      (R-evolución 2012, 12/12/2012)

No hay comentarios: