"La policía empleó ayer abundante
material antidisturbios para penetrar en un edificio de cinco plantas
donde se hallaban reunidas más de cuatrocientas personas pertenecientes a
una secta ilegal cuyo líder sostenía la creencia de que Alberto Ruiz
Gallardón es un demócrata venido del exterior.
Los integrantes de la secta, que se
negaban a abandonar el edificio, tacharon a la policía de “malos y
mentirosos” cuando los agentes les transmitieron, a través de megáfonos,
las últimas leyes promulgadas por el ministro de Justicia e incluso una
transcripción exacta de algunas de sus opiniones personales más
recientes.
Absolutamente todos los fanáticos
pertenecientes a la secta, incluso las mujeres y los niños, se habían
dejado crecer las cejas hasta llegar a ser tan pobladas como las de Ruiz
Gallardón, hablaban con la misma parsimonia que el ministro y sonreían
con su mismo y desesperante cinismo.
En el interior de la sede se
encontraron miles de fotografías en las que aparecía el político junto a
destacadas personalidades de las democracias europeas más avanzadas,
ciudadanos sencillos, e incluso obreros y sindicalistas.
El líder de la
secta exigió a la policía la presencia de Alaska y Mario Vaquerizo para
negociar su rendición pero la policía asaltó entonces la sede con más
diligencia y brutalidad de la habitual." (Rokambol news, 03/12/2012)
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