Una densa niebla impidió ayer avergonzarse del aeropuerto de Castellón. Se espera que hoy pueda verse al menos la nariz de la estatua de Fabra

"Tan solo un vecino de Villarreal aseguró haber visto una de las ventanas de la deshabitada torre de control durante unos segundos, suficientes para que pudiese renegar de los ciento veinticuatro millones de euros que costó su construcción y propinarle un capón involuntario a su hijo pequeño. Ninguna otra persona se indignó ayer al observar las pistas vacías.

Al parecer, el mismo director del aeropuerto de Castellón, que se encontraba de baja por stress, tuvo que desplazarse hasta las instalaciones para supervisar personalmente el estado de las puertas de embarque y de las pistas de aterrizaje. Ni siquiera el supositorio de acero inoxidable con alas que corona la cabeza de la estatua de Carlos Fabra era visible desde apenas tres metros de distancia.

“Los 83.000 euros anuales que cobro por dirigir este aeropuerto no me compensan estos sustos”, aseguró el máximo responsable del aeródromo.

 Las labores de los siete empleados que actualmente navegan por Internet y leen a Dostoyevsky en las oficinas del aeropuerto se centraron durante todo el día de ayer en desear “de todo corazón” que desapareciese la niebla que ocultaba la estatua de Fabra.

Desde la Diputación de Castellón se enviaron cuatro brigadas de bomberos y seis unidades de la Policía Local “con el objetivo prioritario de hacer visible al menos la nariz de la escultura”, precisa el presidente del órgano institucional.

El propio Carlos Fabra permaneció durante toda la noche en permanente contacto telefónico con las brigadas interesándose por el desafortunado contratiempo meteorológico.

A primera hora de la mañana una ligera brisa comenzó a hacer visible la punta de su nariz y el político pudo descansar unos minutos antes de que abriesen la administración de loterías más cercana a su domicilio, pues el próximo jueves le volverá a tocar un primer premio."                (Rokambol News, 11/09/2012)