"El dimitido presidente de la Federación califica a los jugadores de "niños mimados echados a perder"
Han entrado por la puerta de atrás, intentando (inútilmente) esquivar la nube de fotógrafos que les aguardaba. El ex entrenador de la selección francesa, Raymond Domenech, tal vez el hombre más criticado e insultado en Francia en las últimas semanas, y el ex presidente de la Federación francesa de fútbol, Jean-Pierre Escalettes (tal vez el segundo) han comparecido hoy ante la comisión de Asuntos Culturales de la Asamblea Nacional francesa, a petición de los diputados. Esto indica hasta qué punto la derrota y el comportamiento de la selección francesa en Sudáfrica se ha convertido en un asunto de Estado en Francia.
Tanto Domenech (destituido) como Escalettes (que dimitió) han dejado ya de ocupar los cargos que les convirtieron en los primeros responsables -junto con los jugadores- del catastrófico paso de Francia por el mundial de Sudáfrica, con huelgas de entrenamiento incluidas. Antes de comparecer solicitaron, eso sí, que la sesión se desarrollase a puerta cerrada. (...)
Por su parte, Escalettes ha sido más sincero, a juzgar por ciertas declaraciones. "Respondiendo con franqueza: en el autobús de los jugadores [después de que éstos decidieran no entrenar para oponerse a la expulsión de Anelka del equipo] me encontré con un muro que no había visto en mis 50 años de fútbol", ha asegurado el ex presidente de la Federación Francesa de Fútbol, según Tardy. "Ese autobús era el de la vergüenza, con niños mimados y echados a perder", ha añadido el presidente de la Federación.
Ayer, en esta misma comisión parlamentaria, compareció la ministra de Salud y de Deportes, Roselyne Bachelot, que confesó que en Sudáfrica los jugadores "estaban completamente aislados del resto del mundo", y que la Federación Francesa se encontraba "desbordada". (El País, 30/06/2010)
"'Seleccionador' Sarkozy. El presidente se reúne con los representantes del fútbol nacional, convoca para octubre una cumbre y hoy se cita con Henry.
El catastrófico paso de la selección francesa por el Mundial de Sudáfrica ya se ha convertido en una cuestión de Estado. El presidente de la República Francesa, Nicolas Sarkozy, es muy aficionado al fútbol, en particular a la selección, e hizo un hueco el martes en su agenda para ver el partido de Francia contra Sudáfrica.Tras reunirse ayer en El Elíseo con los máximos representantes políticos del deporte nacional, ha convocado unos denominados "estados generales del fútbol francés", que se desarrollarán en octubre, a fin de tratar de solucionar los problemas "estructurales" que han llevado a la selección francesa a esta hecatombe.
El jefe del Estado francés, por medio de un comunicado oficial -lo que indica hasta qué punto se implica personalmente en este asunto, que, por otra parte, obsesiona a Francia entera-, asegura que ha pedido a los ministros del ramo "que actúen de forma que los responsables extraigan rápidamente consecuencias de este desastre".
La noticia del fracaso de la selección y de su divorcio con la sociedad, ejemplificada en los titulares casi insultantes de los periódicos y en los comentarios encendidos de comentaristas y aficionados en general, compite en los medios de comunicación con la de la huelga general convocada por los sindicatos por la reforma de las pensiones para mañana." (El País, ed. Galicia, deportes, 24/06/2010, p. 49)
"Mme. Roselyne Bachelot, ministra de Salud y Deportes, pronunció palabras muy dramáticas. "Ya nada volverá a ser como antes", increpó a los jugadores; "quizás ustedes ya no serán héroes para nuestros muchachos. Ustedes han dañado la moral de Francia". Esta semana, miles de muchachos llenaron las calles de París celebrando la llegada del verano y la Fiesta de la Música.
Saltaban, gritaban, aplaudían, acompañaban con la cabeza, los hombros y otras partes del cuerpo el ritmo de los conjuntos de rock que se explayaban en cada esquina. Hubo mucha alegría, mucha cerveza. Nadie hablaba de fútbol." (El País, ed. Galicia, deportes, 24/06/2010, p. 49)
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