"Depositar la confianza una y otra vez en
el mismo bandido podría empezar a dejar de ser un derecho democrático
para convertirse en un delito penado con siete meses de cárcel y una
multa de hasta 87.000 euros.
En un pueblo de la provincia de Murcia se
acaba de dictar la primera sentencia en ese sentido gracias a la
denuncia de uno de los vecinos que se golpeó la cabeza de manera
fortuita y comprendió repentinamente media docena de cosas fundamentales
acerca de la justicia y la decencia.
“Es que va tan jodidamente bien
vestido”, coinciden en declarar la mayoría de los condenados para
explicar los motivos de su querencia por el edil.
El político reelegido posee, además, un
don de gentes tan extraordinario que le permite sustraer la cartera de
cualquier vecino aunque ambos se encuentren en diferentes calles de la
población e incluso aunque la víctima haya salido a la calle sin
cartera.
“Una vez me desaparecieron dos billetes de cincuenta euros del
bolsillo solo por pasar delante de su coche”, cuenta entusiasmado uno de
los vecinos que han sido condenados y que, sin embargo, ya ha mostrado
su firme convicción de seguir votándole desde la lavandería de la
prisión.
“Te transmite una seguridad pasmosa”,
afirma otro de los condenados, “porque aunque lleves parado más de dos
años sigue sonriéndote exactamente igual que el primer día que resultó
elegido”. “Lleva el coche más limpio que una patena”, añade otra vecina,
también condenada, que no vacila en valorar la exquisita
profesionalidad que siempre ha demostrado el corrupto para reducir los
derechos laborales de las mujeres del pueblo en beneficio de las cinco
empresas municipales propiedad de la segunda concubina del alcalde y un
primo de su socio.
El intenso recogimiento que demuestra
cuando comulga, la soltura que posee a la hora de montar a caballo o lo
bien que chuta por la escuadra, son otras de las virtudes que más
valoran los 12.857 vecinos que podrían entrar en prisión en las próximas
semanas." (Rokambol news, 30/12/15)
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