"El magistrado que está instruyendo el
caso Urdangarín, y que acaba de imputar a la Infanta Cristina por su
presunta colaboración en el caso Nóos, podría perder las dos manos a la
altura de las muñecas si finalmente el Rey Juan Carlos I de Borbón y
Borbón decide desempolvar una vieja ley de 1742 por la cual se le
concede el privilegio de despojar de las extremidades superiores a
aquellos súbditos que por acción u omisión le provoquen una contrariedad
mediana.
El monarca, no obstante, se reunirá con
el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, para comunicarle su decisión,
tomar café y escuchar su opinión. Parece ser que en esa misma reunión
también estaría convocado un casting de verdugos que, a causa de la
práctica desaparición de esta forma de castigo, se compondrá
fundamentalmente de carniceros-charcuteros y parados de larga duración.
Rajoy ya ha dicho que acatará la
voluntad de la Casa Real pero reconoce que este tipo de sanciones ya no
son eficaces en estos tiempos. “La cirugía reconstructiva ha avanzado de
una manera espectacular”, puntualizó.
El PSOE también respeta la decisión del
Rey, aunque la considera absolutamente desproporcionada. “Con treinta
latigazos bien dados hubiera sido suficiente”, asegura Pérez Rubalcaba.
“Y un par de hierros candentes en un sitio”, añadió Elena Valenciano." (Rokambol news, 05/04/2013)
No hay comentarios:
Publicar un comentario