Entonces se presentó una denuncia contra él. A., asesora del Ministerio de Seguridad, dijo que Bar-Lev la había violado dos años atrás, durante una conferencia policial en Eilat. A. pasó con éxito la prueba de un detector de mentiras.
Los partidarios de Bar-Lev, y el propio Bar-Lev, aseguraron que aquello era mentira y formaba parte de una conspiración. Fuentes policiales difundieron el rumor de que en la época de la presunta violación A. mantenía una relación con el subinspector general Ilan Franco, otro aspirante a jefe de la policía y antiguo enemigo de Bar-Lev, y que Franco la había convencido para que sedujera a Bar-Lev. El propósito, según esta versión, era el de disponer de la opción de denunciar a Bar-Lev por violación cuando llegara el momento apropiado, y arruinar su carrera.
El asunto se complicó con una nueva denuncia. Otra mujer, M., denunció ante la policía que Bar-Lev la había drogado y violado hacía cuatro años. Explicó que al ver las noticias sobre la otra denuncia se había decidido a revelar algo que hasta entonces prefirió mantener en secreto.
Inmediatamente surgió una tercera mujer, S., que se presentó como amante de Bar-Lev durante muchos años. S. afirmó que hace cuatro años se había prestado a conseguir una amiga para hacer un trío con Bar-Lev, y que esa amiga era M. Hubo trío, dice, pero no violación.
Parece que A., M. y S. habían sido amigas, pero dejaron de hablarse hace tiempo.
Con un culebrón como este, se comprende que la cuestión palestina no aparezca en ninguna portada." (Una intriga policial Por: Enric González, El País, blogs, 24/11/2010)
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