"Un hombre de mediana edad que intentaba
escenificar su profundo sentimiento patriótico ondeando una enorme
bandera en el salón-comedor de su domicilio, ha perdido la nariz por un
disparo fortuito procedente del propio estandarte que enarbolaba.
El
disparo, según la policía científica, fue tan certero e inesperado que
la víctima todavía pudo proferir un par de cánticos nacionalistas antes
de percatarse de que era su nariz lo que sobresalía de su televisor de
plasma y no un extraordinario efecto en 3D.
Los otorrinolaringólogos creen que la
víctima tendrá serios problemas para identificar la mayoría de los
aromas de la próxima primavera si antes no se desarrolla una buena
aplicación para móvil o se le reproduce una trompa de manera espontánea.
La vieja idea de disponer de un permiso
de armas para poder ondear una bandera salta de nuevo a la palestra, e
incluso en varias comunidades autónomas se vuelve a considerar la
posibilidad de que sean las autoescuelas, en lugar de las
correspondientes comandancias de la Guardia Civil, quienes se encarguen
de impartir las clases y gestionen la obtención de las licencias.
Al
parecer, el temario sería único y consistiría en adquirir conocimientos
generales sobre Historia Universal, desde los primeros homínidos hasta
nuestros días. Los ciudadanos que obtuviesen el permiso de armas
tendrían, no obstante, que portar siempre la divisa enrollada y dentro
de una funda mientras no se utilice, y no apuntarse nunca a los huevos,
incluso estando descargada." (Rokamnbol news, 30/09/2015)
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