9.5.08
Resultados de un enfado
- ¿Qué te parece ésta?
- Es bonita, clásica, estará bien con el pantalón de pinzas gris; pero un poco seriota ¿no? Mira ésta de rayas rojas desiguales.
- ¿Esa?
- ¿No te gusta? Es para darle un poquito de alegría a la cosa, que más que clásico estas tendiendo a enterrador. Los cobradores del tren van de Agatha Ruiz de la Prada comparados contigo.
- Me llevo las dos ¿te parece?
- Me parece estupendo y ya que estamos podías probarte unos vaqueros. Como las camisas son juveniles y... ¿te vas a poner corbata?
- No.
- Pues mejor en vaqueros ¿no?
- Pero no los busques de esos de culo al aire y con rotos...
- ¡Que si! ya sé... clásicos populares.
El caso es que terminamos con dos camisas, unos vaqueros y una chaqueta por si salía el día frío. Mientras él se probaba las camisas y le tomaban el largo del pantalón estuve curioseando en la zona de mujeres y vi un vestido camisero color chocolate que me gustó. La pega eran los 160€ que costaba.
Pasamos por caja y pagamos y antes de irnos le llevé hasta el vestido que me había gustado. Puso cara de pocos amigos al ver el precio y dijo algo así como que se nos estaba haciendo tarde. A mi se me atascó un "egoísta" en medio de la garganta. No sabía se escupirselo a la cara o llorar por el tiempo y la entrega que le había dedicado con sus ropas y las prisas que le entran cuando se trata de mi y lo tacaño que se vuelve.
Me amulé y salí de la tienda al estilo media verónica haciendo volar las bolsas y con cara de "nimemires". Al llegar al aparcamiento ya se da cuenta de que estoy enfadada; ya le vale, que llevo un buen rato con el rictus de "nimemires" y se me están entumeciendo los músculos de la cara.
- ¿Qué te pasa?
- ¿A mi?... nada
- Venga ¿Qué te pasa?
- Te he dicho que nada
- ¿Es por lo del vestido?
- No
- ¿Quieres que volvamos a por él?
- Que no
- No seas tonta, subimos en un momento y si te queda bien te lo compras
- Vámonos para casa ¿No era tarde?
- Si no vamos a por el vestido ¿Qué te vas a poner el día de la comunión?
- Iré en pijama.
- Pero que cabezona eres.
- Mira, ya voy sola el jueves al Corte Inglés y me compro lo que le guste a la dependienta ¡Cómo no tendré a quien preguntarle como me queda...!
- ¡Chantajista! Ya te acompaño el jueves a Badajoz
- Nos vamos a las 10 que a las 11:30 tengo la reunión. Y cuando termine, de cabeza a por la ropa ¿Vale?
Jueves por la mañana, se termina la reunión y nos metemos en el Corte Inglés. Una rápida visual y contactamos a la dependienta. Quiero esto, esto y esto y de este precio más o menos. Me mira y al rato aparece con dos vestidos, uno rojo camisero y otro con un estampado de leopardo.
Nos decidimos por el rojo, 99€, ya que el de leopardo costaba 120€ y era muy llamativo para mi santo (como si se lo fuera a poner él). Me quedaba mucho mejor el de leopardo. Pero como no estaba la cosa para más gastos le pedí a la dependienta que me cobrara el rojo.
Ya nos íbamos y dice mi santo que si no me compro un conjuntito de ropa interior. ¡Vale! Nos acercamos a la zona llena de tetas falsas y me fijé en un conjuntito rojo como el vestido. Lo miro, 40€ y pido mi talla que me voy a dar un caprichito, ¡ea! Me pruebo la parte de arriba y mi santo que le da el visto bueno. ¡Me lo envuelvan que me lo llevo! Peeeero al pasar la etiqueta del conjuntito veo en la caja registradora 102€ y le doy de señas a mi santo. Y mi santo que debe estar en el tercer sueño que no dice nada.
Salimos medio atontaos al sol del mediodía. Nos metemos en el coche y de vuela a casita, hay que comer y echarse la siesta que este señor trabaja por la noche.
Íbamos en silencio y me dio por traducir a pesetas lo que había comprado. De repente suelto un:
- ¿TE HAS DADO CUENTA LO QUE VALE EL CACHO TANGA? Hay que dar la vuelta y devolver esto. Nada menos que 6.600 pesetas un trozo de tela que enseña más que esconde.
- Tranquilizate y pon la radio que vayamos escuchando música.
Hay cosas que no entiendo. Estaba para darle algo cuando le enseñé el vestido chocolate y tan tranquilo con el tapanada éste que cuesta poco más o menos. Al menos el vestido lo puedo lucir pero el conjunto no lo va a ver nadie... Seguimos el viaje sin mediar palabra.
Al día siguiente vuelvo a la carga:
- Tenemos que volver a Badajoz y cambiar el conjunto por un tiquet o por el vestido de leopardo.
- Olvidate de cambiar nada, en todo caso cambiamos el vestido rojo por otro conjunto.
Hombres... La verdad es que queda divino de la muerte, hasta parezco de mejor familia.
Relato de Maria de los Hitos. Ver en su blog: Siempre llego tarde, 09/05/2008.
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