"La solidaridad entre las naciones que aman la democracia se demuestra
en las grandes ocasiones. Y ésta es una de ellas. Cataluña ha hablado, y
ha dicho que votará el próximo 1 de octubre. Sin embargo, los Estados
de “baja calidad democrática” no toleran actitudes así.
Por eso, el
Gobierno Español ya ha anunciado que entra las medidas que piensa tomar
para impedir la consulta catalana está la de imputar a los fabricantes
de urnas que accedan a proporcionar su producto al gobierno catalán para
la celebración del referéndum.
La situación era complicada, puesto que es materialmente imposible
convocar votaciones de ningún tipo sin la presencia de este elemento
imprescindible. Hasta que la República de Turquía -una de las
democracias más avanzadas del mundo- ha ofrecido su “colaboración
desinteresada e inquebrantable” con el “pueblo hermano de Cataluña”
para que éste “pueda expresarse”.
“Nuestras dos naciones ” -declaró solemnemente el primer ministro
turco, Tayyip Erdogan- “guardan similitudes asombrosas”. “Ambos países”
-prosiguió- “son respetuosos con las minorías que residen en sus
territorios y que no siempre están de acuerdo con las decisiones de sus
gobernantes.
A estas minorías siempre les decimos: callad, pagad
vuestros impuestos o si no, amablemente, abandonad nuestra tierra”.
“También” -argumentó- “somos amantes de la democracia, y por eso nos
gusta promulgar leyes secretas. Y organizar referéndums para abolir la
legalidad vigente”.
“Es por eso” -concluyó- “que he decidido ceder las
20.000 urnas que utilizamos en nuestro último referéndum, convocado
naturalmente para auto-concederme poderes extraordinarios, a fin de que
el pueblo catalán pueda votar libremente”.
El ofrecimiento del Premier turco fue recibido con júbilo en la
Generalitat, que ya tenía preparado un decreto para que sus funcionarios
hubieran de hacer horas extras -obligatorias y no remuneradas, por
supuesto- para aprender a fabricar urnas con papel de baja calidad,
procedente de reciclaje.
“Aunque no nos reciba ni dios en el extranjero” – manifestó Carles
Puigdemont- “la oferta de ese gran demócrata que es Tayyip Erdogan
demuestra que la expansión Procés está alcanzando niveles no
sólo mundiales, sino planetarios. Qué digo planetarios, galácticos”.
Y
recordó, para demostrarlo, a Nicolás Maduro portando la estelada al grito de ¡Independísese!. A Kim Jong-Un supervisando la logística de las manifestaciones del 11 de septiembre (“se nota la mano de Kim: nos salen unas Diadas de
lo más marcial”, confesó).
Y hasta al jefe de gobierno de Andorra (cuyo
nombre admitió desconocer) y que “siempre estarán de nuestro lado
porque es el único país catalán independiente del que se ha tenido
constancia”. Aparte de que, probablemente, “sería el único que nos
votaría en Eurovisión en caso de que llegásemos a ser libres, igual que
Portugal hace con España”.
Tras exhibir sus apoyos internacionales, el presidente catalán,
exultante, proclamó: “Ahora sí, ahora sí que ya no nos para nadie”. (Charnego news, 18/06/17)
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