Los académicos aconsejan el
empleo de términos como ladrón, sinvergüenza o sencillamente hijoputa
cuando se pretenda insultar a un tercero en lugar de la expresión “molt
honorable” cuyo uso ya ha provocado graves consecuencias en peleas
callejeras y reyertas entre navajeros.
El vocablo “molt honorable”,
advierten desde la Real Academia, puede ser hasta veintisiete veces más
injuriante que el de “corrupto del Canal de Isabel II” o el de
“expresidente de la Comunidad de Madrid”. Y es más humillante que los
improperios “Chivato de Interior” o “Fiscal Jefe Anticorrupción”.
También la Policía y la
Guardia Civil alertan de las consecuencias de la utilización de este
insulto, pues hay que tener en cuenta que estamos hablando de casi tres
mil millones de euros, veinticuatro años de actividad criminal y una
cantidad de cinismo incalculable.
“Es preferible propinar un bofetón
fuerte a una persona que calificarla de molt honorable”, aconsejan desde
los cuerpos de seguridad del Estado.
La Real Academia Española de
la Lengua estudia ahora si retirar oficialmente la expresión “molt
honorable” o dejarla como acepción de “presidente con más poca vergüenza
que yo qué sé”. (Toni García, Rokambol news, 10/05/17)
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