"La prodigiosa suerte que ha acompañado
al expresidente de la Diputación de Castellón, Carlos Fabra, durante los
últimos veinticinco años no era tal, según demuestran los asombrosos
resultados de la operación “Bombo Tuerto” que la policía ha venido
estableciendo en secreto en el Palacio de Loterías de Madrid durante
todo ese periodo de tiempo.
Al parecer, los niños de San Ildefonso
cantaban los premios que tenían pactados con el político condenado por
corrupción y que consistían, cada año, en dos premios gordos, un cuarto
premio, un quinto, noventa y siete terminaciones y doscientas
devoluciones de dinero.
La técnica que empleaban los detenidos
era tan simple como eficaz, y consistía en cambiar la bola que salía del
bombo por otra falsa que ocultaban en la oreja. En un momento dado del
sorteo los niños cantaban el premio y el número de Fabra correspondiente
al de la bola falsa al mismo tiempo que hacían desaparecer las bolas
que realmente habían sido agraciadas por la suerte.
Según cuenta el inspector jefe de la
operación especial Bombo Tuerto, los niños entrenaban durante nueve
horas diarias todo el año para poder efectuar el cambiazo de las bolas
en una millonésima de segundo, tanto es así que la policía tuvo que
revisar las grabaciones de las cámaras de seguridad de la sala de
sorteos con una técnica que sólo utiliza el servicio secreto israelí, y
que ralentiza las imágenes dieciocho millones de veces más despacio que
la velocidad normal.
Se cree que personas próximas al mundo del circo o
la magia podrían haber estado entrenando a los chicos en un gimnasio
abandonado de la provincia de Ciudad Real.
Los niños de San Ildefonso detenidos han
aprovechado para denunciar ahora que los bocadillos de mortadela que
Carlos Fabra les proporcionaba no llevaban mortadela." (Rokambol news, 04/09/2014)
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