27/11/09
Vacas con 'glamour' La fotógrafa canadiense Sylvie Gouin inmortaliza los mejores ejemplares del mundo
"Sus modelos no son talla 36. Las curvas generosas que lucen ni siquiera aspiran a una XL, aunque son modelos. Porque ante el objetivo de la canadiense Sylvie Gouin sólo desfilan vacas. Los mejores ejemplares del mundo.Sylvie nació bajo el signo de la vaca. Sus padres tenían una explotación de carne en Quebec (Canadá) y ella fue creciendo con los terneros. De joven, solía retratar a sus vacas para el álbum familiar. Luego se casó con la profesión. (...)
"Para hacer una buena foto hay que saber de vacas", asegura. Por eso la reclaman desde ganaderías de Francia, Bélgica, Suiza, Irlanda y España. (...)
En la Unidad de Transferencia Embrionaria de Bos, en Guísamo (Bergondo, A Coruña), le han encargado el book de ocho modelos. Son fotos de catálogo, para acreditar la buena genética de los sementales del centro. (...)
La sesión requiere una preparación cuidadosa, porque la vaca debe estar perfecta para la ocasión: le afeitan el pelaje con el largo justo en cada zona para que la piel parezca terciopelo, la lavan con agua y jabón hasta que está reluciente, le dejan las pezuñas impecables y se afanan con el estilismo del rabo. Cuando Sylvie llega, se encuentra un animal impoluto al que todavía aplica unos últimos retoques: laca aquí y espray allá, va dando esplendor a lo que antes simplemente brillaba. (...)
No es fácil conseguir la pose adecuada. Hay que lograr un clima de tranquilidad para que el animal no se altere con el disparo del flash. Más de una vez, la artista se ha encontrado con una vaca a la fuga llevándose por delante todo el escenario. Por eso, ahora exige que estén domadas. Esto requiere que los manejadores, especialistas en esta tarea, trabajen previamente con el animal para que no se espante. Si la modelo es asustadiza, existe un remedio que utiliza para casos extremos: un pelotazo de medio litro de aguardiente del país, que casi siempre funciona. (...)
Las patas delanteras se suben a un altillo a fin de destacar el lomo, y se colocan las traseras una delante y otra atrás, para dejar a la vista la ubre, que permite distinguir a las buenas lecheras. Y mientras una tanza transparente controla las inoportunas interferencias del rabo, hay que conseguir que levante la cabeza, llamando la atención del animal. Luego es cuestión de suerte disparar en el instante preciso, porque la vaca no mantiene la pose y sonríe como la modelo. Antes bien puede echar a perder el plano con una buena dosis de excrementos, por lo que debe haber un cubo siempre a punto.Jeny luce guapa en su retrato, con una conmovedora mirada vacuna. No necesita retoques: "Matizo lo justo con Photoshop; es importante la naturalidad", asegura la fotógrafa." (El País, ed. Galicia, Galicia 07/11/2009, p. 8)
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